El Tiempo del alma

giovedì 6 dicembre 2012

Regresiones a vidas pasadas

“Una evolución de la conciencia es el motivo central de la existencia terrestre. (…) Un cambio de conciencia es el hecho principal de la próxima transforma-ción evolutiva”. S. Aurobindo

“La flor jamás ve la raíz de donde crece, por más que su vida toda sale de ella y sin ella no podría existir”.Annie Besant


La Psicología Transpersonal surge en los Estados Unidos, en los años 60, a partir de un movimiento intelectual que aceptaba la importancia de la dimensión espiritual de la naturaleza humana. A partir de allí, varios psicólogos y psiquiatras se dedicaron a investigar las experiencias de éxtasis, místicas, de conciencia cósmica, meditación, etc. Su visión era la de reconocer que las teorías psicológicas predominantes de la época eran demasiado estrechas para hacer justicia a todo el espectro de la potencialidad humana. De hecho, su aparición fue el resultado de haberse advertido que los principales modelos de la psicología occidental (Conductismo, Psicoanálisis, Psicología Humanista) se habían mostrado limitados en reconocer posibilidades de desarrollo psicológico más elevadas.

El concepto de Transpersonal, que significa más allá de lo personal, fue adoptado para referirse a aquellas experiencias que van más allá de la individualidad y de la personalidad. Para que poder comprender este término es necesario explicar que el Ser en su identidad total está conformado por el Yo Inferior y el Yo Superior. El Yo Inferior es aquel con el cual nos identificamos. Es nuestro cuerpo físico, es también nuestra mente y nuestras emociones. Es todo lo que confirma el ego, la personalidad. Es lo conocido, lo visible, lo manifestado.
Pero poco se sabe de la existencia de un Yo Superior que completa la verdadera identidad humana. Algunos lo llaman el Sí Mismo espiritual. Es el sabio, amoroso y desinteresado presente en cada uno de nosotros. Es la parte de nuestro ser a la que sólo se accede mediante un viaje por lo mundos interiores. En una profunda experiencia de silencio podemos establecer contacto con esta realidad trascendental de nuestra propia identidad divina.

La Psicología Transpersonal centra todo su interés en la exploración de la conciencia. Su punto de partida es el reconocimiento de que la conciencia tiene diferentes niveles. Desde esta perspectiva, propone la necesidad de que el individuo amplíe sus fronteras extendiéndolas más allá de los límites conocidos. La meta de este trabajo psicológico es despertar a la conciencia superior y su objetivo fundamental es la auto-trascendencia.
El hombre es por naturaleza un viajante que traviesa siglos de experiencias en un viaje hacia la Luz divina de la cual proviene. En la medida que toma contacto con esa fuente de divinidad se va acercando al descubrimiento de su realidad esencial. De ahí la necesidad de conquista de espacios internos, paisajes todavía inexplorados, que se encuentran fuera del área de lo conocido, de lo cotidiano, de la conciencia ordinaria. La posibilidad de explorar lo desconocido de nosotros mismos crea la oportunidad de ir experimentando paulatinamente una mayor completud del Ser.
El desafío que nos presenta la vida es el de acceder a la vivencia de otros niveles de conciencia distintos al ordinario. En la aceptación de expandir y ampliar nuestra realidad conocida está la posibilidad de alcanzar nuestro auténtico Yo: nuestra esencia divina.

La ampliación de la conciencia
Para los psicólogos transpersonales la evolución de la humanidad está ligada a las transformaciones de la conciencia, de allí la importancia de instrumentar al individuo en el aprendizaje de cómo ampliar y transformar su conciencia. La terminología expansión o ampliación de la conciencia se refiere a su focalización en niveles diferentes al habitual. Es en estados de conciencia expandida cuando la persona logra abarcar plenamente su identidad total: cuerpo-mente-espíritu-universo.
El trabajo psicológico en el modelo transpersonal guía al paciente en el despertar a un nivel de conciencia superior y así lo acompaña a atravesar las profundas transformaciones personales hacia la apertura espiritual. El terapeuta tiene la posibilidad de participar en este viaje con el paciente como un acompañante amoroso y contenedor. Desde este nuevo lugar lo alienta a descubrirse en su propia experiencia enfrentándose con lo desconocido de sí mismo. Es su sostén en esta aventura de la conciencia. Este vínculo terapéutico conforma para ambos una experiencia holística, pues el trabajo en niveles de conciencia expandida supone la vivencia profunda de unicidad. Si bien es el paciente el que entra en un estado ampliado de conciencia, el terapeuta lo acompaña también descendiendo a un nivel más profundo.
La Psicología Transpersonal incluye entonces la dimensión espiritual de la psiquis, entendiendo por espiritual a aquel modo de conciencia que busca experienciar la unión con todo lo que existe. La espiritualidad es reconocida como una dimensión importante de la existencia, estando el ser humano llamado a crecer espiritualmente. En su naturaleza existe esta disposición innata y el desarrollo de esta capacidad lo conducirá finalmente al encuentro con la propia naturaleza divina y a la conciencia de Dios.
El momento presente es el lugar del encuentro. Todos estamos invitados a transitar el camino del auto-conocimiento como un modo de adquirir progresivamente una mayor conciencia de quienes somos y de nuestro propósito en la vida. Es en el proceso del despertar espiritual cuando reconocemos este llamado. El punto de partida hacia el viaje interior crea la necesidad de abrir las energías corporales liberando el cuerpo de toda tensión.
El trabajo con la materia física debe unificarse con la labor en el plano mental: es imprescindible centrar y calmar la mente siempre fluctuante y vibrante. La disciplina de la concentración da como resultado el hacerse cargo de toda inquietud, de todo miedo amenazante, de todo deseo tentador. Sabemos que el miedo y el deseo actúan como barreras energéticas que dificultan el ingreso a lo desconocido. Esta es la puerta de entrada para la manifestación de las llamadas experiencias espirituales o transpersonales. El verdadero camino de la iluminación es la expansión de la conciencia, la conexión con lo desconocido. La conciencia expandida se hace ilimitada y trasciende tiempo, materia y espacio.
Comprender plenamente la dimensión del reino transpersonal es quizás, para nuestra mente cotidiana, un gran desafío. Por más que se intente, parecemos incapaces de liberarnos de los preconceptos impuestos por nuestra cultura y de aquello que dicta el sentido común. Sin embargo, todas las disciplinas científicas brindan pruebas fehacientes de que el Universo y la psiquis humana no tienen fronteras ni límites. Según William James, uno de los padres de la investigación psicológica moderna, “la mayoría de las personas vive en un círculo muy restringido de su potencial. Emplea una porción muy pequeña de su posible conciencia y de los recursos de su alma en general, así como el hombre que, de todo su organismo, se habitúa a usar y mover solamente su dedo meñique”.

Vivimos apretados en límites y no gozamos de la expansión psíquica que poseemos. La Psicología Transpersonal reconoce el potencial humano para experienciar una amplia gama de estados no ordinarios de conciencia, estados que implican una expansión más allá de los límites del ego. Es así se como amplía el horizonte de comprensión de la conciencia abarcada por la psicología tradicional ayudando a acelerar su evolución. En este sentido, ayuda al individuo a enfrentar los aspectos de la sombra en la propia personalidad y a integrarlos, le permite trascender la identificación con el cuerpo y el ego, y lo instrumenta a la conexión con los ámbitos transpersonales de la propia psique.
La Psicología Transpersonal representa un cambio de paradigma en la psicología occidental. Recordemos que el viejo paradigma con relación a la naturaleza de la conciencia y de la realidad, no contempla los estados superiores de conciencia. Las escuelas psicológicas tradicionales centran su trabajo en el ego o personalidad y el objetivo psicoterapéutico es el trabajo en el nivel psicológico. Los nuevos descubrimientos sobre la conciencia confrontan entonces a la visión científica tradicional. De esta manera se da lugar al surgimiento de una revolución conceptual de gran magnitud. La cosmovisión científica emergente se conoce como un nuevo paradigma y se convierte en parte integral de una visión del mundo más amplia.
La física es un ámbito de apoyo a esta nueva cosmovisión del Ser. El Universo en la teoría tradicional era atomista, divisible, estático y no relativista. Ahora se reconoce una realidad holística indivisible, interconectada, dinámica, relativista. Los propios físicos han sugerido que algunos descubrimientos pueden ser considerados como redescubrimientos de una antigua sabiduría. El modelo transpersonal no reemplaza ni pone en tela de juicio los modelos anteriores. Se sitúa en el marco de un contexto expandido de la naturaleza humana.
En el año 1978 se creó la Asociación Transpersonal Internacional cuyo presidente fundador y su principal teórico es el psiquiatra checo Dr. Stanislav Grof.

La terapia de vidas pasadas en la Psicología Transpersonal

La terapia de vidas pasadas es un abordaje psicoterapéutico transpersonal donde la conciencia se convierte en su principal punto de enfoque.
El trabajo terapéutico se realiza en un estado expandido, no ordinario de conciencia que permite ingresar en el reino de la experiencia transpersonal. El territorio que está delimitado por las fronteras del cuerpo físico y la percepción del mundo se ve limitada por los propios sentidos. El hombre no es capaz de ver más allá de lo que los sentidos físicos le permiten. Con sus sentidos comunes sólo experimenta lo que ocurre en “el aquí y el ahora” dentro de los límites conocidos de espacio y de tiempo. Tanto su percepción interna como su percepción externa están limitadas por estas fronteras, con lo cual se puede experienciar vívidamente sólo los acontecimientos del momento presente y del entorno inmediato.
En las experiencias transpersonales estas trabas parecen trascenderse. La dimensión física no configura un límite y las percepciones se atraviesan extendiéndose hacia otros espacios y hacia otros tiempos. El campo de conciencia no ordinario no está confinado ni al aquí ni al ahora ni a la materia. Se pueden vivir acontecimientos remotos tanto históricos como geográficos con tanta nitidez como si estos estuvieran ocurriendo en este momento.
La terapia de vidas pasadas es un testimonio fiel de esta aseveración. Este abordaje terapéutico se basa en el concepto de karma y reencarnación. Nuestra vida presente es parte de una continuidad que puede remontarse a muchas vidas previas y que probablemente se extenderá a muchas más. Las experiencias de vidas pasadas demuestran que la conciencia individual puede continuarse de una vida a otra. El alma nunca muere: utiliza la personalidad y el cuerpo físico como instrumento para su desarrollo.
La reencarnación es parte del proceso de evolución de la conciencia. El renacimiento es una exigencia de la evolución que nos asegura la manera de aprender por la experiencia, es un recorrido hacia el despertar espiritual.
La terapia de vidas pasadas es una experiencia vital profundamente sanadora; es una forma de curación del alma y como consecuencia, del cuerpo físico, que mediante la ampliación de la conciencia permite contactar con nuestros potenciales curativos.
Su valor más importante es que ofrece una experiencia personal y directa de la espiritualidad. Los límites del ego se atraviesan hasta alcanzar un sentimiento de unidad mística con todo el Universo. Este es el reconocimiento de la dimensión espiritual y cósmica del Ser.

Lic. Annamaria Saracco

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