El Tiempo del alma

venerdì 26 dicembre 2014

martedì 9 dicembre 2014

Richard Moss

Qué es lo que hacemos cuando llevamos nuestra consciencia totalmente al presente y nos damos cuenta de que "estoy aquí" ...? Nos movemos dentro de una consciencia más espaciosa y así creamos una distancia consciente de lo que estamos experimentando. A la vez, nos abrimos hacia nuestra experiencia inmediata para verla tal cual es, para verla en su totalidad, para invitarla a revelarse más completamente ante nosotros. Estamos mirando del modo más objetivo posible, sin reaccionar ni juzgar.Esto nos permite darnos cuenta de forma más completa de lo que estamos sintiendo o percibiendo en realidad; y no permanecemos meramente en nuestra mente, interpretando y analizando.
Resulta importante señalar que mover nuestra consciencia hacia el Ahora, creando de este modo distancia de nuestras sensaciones y pensamientos, no es una disociación.
Un error frecuente en que se incurre con las prácticas orientales de meditación es tratar de elevarse por encima de una experiencia y apartarse de esta, especialmente cuando una experiencia se considera negativa. Para ejercitar el poder de la consciencia, es necesario que estemos más presentes en nuestras experiencias sin perder nuestra consciencia más vasta. Con esta cualidad de atención, logramos la verdadera comprensión. Empezamos naturalmente a responder a nuestras experiencias de la manera más apropiada e inteligente.
Esta visualización íntima de nosotros mismos por nuestra consciencia es,de todas las relaciones, la fundamental. Creamos la posibilidad de una conexión consciente de empatía entre el yo (o ser) y nuestro verdadero ser, o lo que alternativamente se denomina Ser. El yo personal que experimentamos como nosotros mismos es sostenido, visto y sentido profundamente por eso, que nunca me rechazará, nunca me dará la espalda, nunca me juzgará. Sí puede vernos juzgando, atacándonos a nosotros mismos, creando nuestra propia desdicha; pero no juzga siquiera esto. Está simplemente presente en mí.
Esta presencia no necesita ser meramente neutral o indiferente. Podemos dejar que sea nuestro amigo de confianza, como hacían los poetas místicos persas Hafiz y Rumi cuando se referían a él como el "Huésped" o el "Amado", a quien se ofrecían y quien siempre los acogía.
La llave para cultivar el potencial sanador de la relación yo-Ser es la cualidad de nuestra atención: la firmeza, la gentileza y la aceptación de la "mirada" que volvemos hacia nosotros mismos. Debemos estar verdaderamente dispuestos a experimentar nuestras sensaciones y a ver claramente nuestros pensamientos sin reacción, permitiendo que el momento sea exactamente como es, sin defendernos contra estas sensaciones y pensamientos, sin que nuestras mentes se alejen con otros pensamientos. Entonces, eso que trasciende nuestra capacidad de nombrar o categorizar de cualquier manera, está presente ante nosotros y tiene la misma cualidad de aceptación que presentamos ante nosotros mismos. Esto constituye también la esencia de la meditación y la oración. Al mantener la atención en el momento presente, nos hacemos transparentes a lo trascendente. Es la aceptación del yo por la profunda empatía del Ser lo que en última instancia nos sostiene cuando enfrentamos los miedos más profundos, incluso el terror primario de nuestro ego, el no ser.

Extraído del libro :"El mandala del Ser". Dr. Richard Moss

sabato 6 dicembre 2014

domenica 23 novembre 2014

Richard Moss M.D.

La alquimia del relacionarse
Evitar la relación es evitar el dolor.
Los límites de nuestro ser se convierten en la cantidad de
sufrimiento que podemos soportar
o la cantidad de sentimiento que podemos aceptar
antes de que se convierta en sufrimiento.

Es parte de la plegaria que somos.

Cómo sabemos que estamos viviendo correctamente?
Qué pasa si nunca hemos vivido erróneamente?
Qué si nuestra pena y nuestro dolor
y nuestra ira y nuestro miedo
y nuestra desconfianza
fueran simplemente el latido del corazón
que todavía no hemos aprendido a escuchar
o la respiración que no hemos estudiado?

El explorarlos
el inquirir dentro de ellos escrupulosamente
eso, para mi, es ser responsable.

Aurobindo




"Renuncia significa consagrarse plenamente a lo Divino,ofrecer todo cuanto se es y se posee, no para insistir en las propias ideas, deseos hábitos, sino para permitir que la Verdad Divina reemplace todo esto al ser conocida y deseada...

"Nadie puede alcanzar el estado de renuncia total desde el principio, de modo que no hay que asombrarse, cuando nos observamos a nosotros mismos, de que dicha  renuncia no se haya producido.
 Lo cual no es motivo para que no se acepte la renuncia como principio, y se la vaya logrando lenta y firmemente, de etapa en etapa, de zona en zona, aplicándola sucesivamente a todas las partes de la propia naturaleza."

venerdì 21 novembre 2014

sabato 8 novembre 2014

Libera Tu Corazón - ¡¡¡Altamente recomendado!!! (Set Your Heart Free H...

La necesidad de una pareja (The Need For A Partner)

 Siente la libertad de tu propio Ser.
Lo completo de tu propio Ser.
Entonces nada obstaculizará tu camino.

giovedì 30 ottobre 2014

lunedì 13 ottobre 2014

Seminario Teórico: El Sendero de la Conciencia


S. Brizzi - Legge di risonanza


La Ley de la Resonancia

La Ley de la Resonancia afirma que cada ser humano se coloca en un particular nivel de conciencia que le permite entrar en resonancia exclusivamente con otros seres humanos, lugares, situaciones y formas de arte que se encuentran en un nivel o plano de conciencia similares al suyo.
En otras palabras “Lo similar atrae lo similar”.
La Resonancia permite que cada uno de nosotros manifieste en su entorno aquello más adecuado para su grado actual evolutivo y, especialmente, con el ambiente más estimulante, a fin de cumplir el próximo paso en su camino.
Esto significa que, tal vez, las condiciones en las cuales nos hallamos podrían no gustarnos o, más aún, podríamos encontrarlas pésimas, pero para la ley de Resonancia no hay exenciones: todo lo que se manifiesta a nuestro alrededor lo hemos llamado con el fin de ampliar más rápidamente nuestra conciencia.
Muchas personas afirman  estar en un lugar de trabajo equivocado o con el compañero equivocado. Esta afirmación no puede ser verdadera, justamente porque somos nosotros los  que atraemos inconscientemente, por resonancia,  la realidad que nos es más útil en un determinado momento.
Desde una perspectiva esotérica y, por tanto, evolutiva, siempre nos encontramos en el mejor lugar donde podríamos estar.
En la medida en la cual cambiamos internamente cambian también las personas y los lugares que atraemos hacia nosotros.
Cuando decimos “Yo no debería estar acá; éste es el planeta equivocado para mí”, es una afirmación errónea.
La Tierra es el planeta que posee las mejores condiciones para la evolución de nuestra alma, y no poder percibirlo es indicativo de nuestra escasa capacidad de acoger la voluntad de la misma alma.


Estamos todavía excesivamente identificados con la personalidad, no logramos comprender la preciosidad de la Tierra para nuestra evolución y, por lo tanto, a fin de cuentas, eso significa que justamente quien se lamenta de este planeta es quien tiene mayor necesidad de poder “reencontrar su alma”.

lunedì 22 settembre 2014

sabato 20 settembre 2014

SRI AUROBINDO

Foto: SRI AUROBINDO
"Esta apariencia corporal no lo es todo;

la forma engaña, la persona es una máscara;

ocultos en lo profundo del hombre puede haber celestiales poderes.

Su frágil nave porta a través del mar de las edades

un incógnito del Imperecedero.

Un espíritu que es una llama de Dios,

una parte flamígera del Maravilloso,

artífice de su propia belleza y deleite,

habita inmortal en nuestra pobreza mortal.

Este escultor de las formas del Infinito,

este secreto Habitante no-reconocido,

iniciado de sus propios misterios velados,

esconde en una pequeña simiente muda su pensamiento cósmico.

En la fuerza callada de la Idea oculta

determinando forma y acto predestinados,

pasajero de vida en vida, de plano en plano,

cambiando de forma en forma la imagen de su yo,

ve al ícono crecer en virtud de su mirada

y en el gusano prevé al dios que está emergiendo."     

                                                       (Libro 1, Canto 3)

"Esta apariencia corporal no lo es todo;
la forma engaña, la persona es una máscara;
ocultos en lo profundo del hombre puede haber celestiales poderes.

Su frágil nave porta a través del mar de las edades
un incógnito del Imperecedero.

Un espíritu que es una llama de Dios,
una parte flamígera del Maravilloso,
artífice de su propia belleza y deleite,
habita inmortal en nuestra pobreza mortal.

Este escultor de las formas del Infinito,
este secreto Habitante no-reconocido,
iniciado de sus propios misterios velados,
esconde en una pequeña simiente muda su pensamiento cósmico.

En la fuerza callada de la Idea oculta
determinando forma y acto predestinados,
pasajero de vida en vida, de plano en plano,
cambiando de forma en forma la imagen de su yo,
ve al ícono crecer en virtud de su mirada
y en el gusano prevé al dios que está emergiendo."

(Libro 1, Canto 3)



Buscadores de la Verdad

sabato 13 settembre 2014

giovedì 11 settembre 2014

" El Viaje "



El proceso de desarrollo de la vida involucra un paulatino despertar a la comprensión de los ciclos de experiencia y transformación.

domenica 31 agosto 2014

practicando la presencia con unos padres difíciles



"Si te crees muy iluminado, ve y pasa una semana con tus padres".  Ram Dass .

martedì 19 agosto 2014

Emergencias Espirituales. Dr. Raúl J. Usandivaras II Parte

Grof dice que el ideograma chino de "crisis" representa cabalmente la idea de "emergencia espiritual" ya que está compuesto de dos signos básicos: uno que significa "peligro" y el otro "oportunidad". Así, mientras el pasaje a través de este tipo de situación es a menudo difícil y aterrorizante, estos estados tienen un enorme potencial evolutivo y curativo. Si son adecuadamente comprendidas y tratadas como etapas difíciles de un proceso natural de desarrollo, las emergencias espirituales pueden llevar a curaciones espontáneas de varios trastornos emocionales y psicosomáticos, a cambios favorables de la personalidad, a la solución de importantes problemas en la vida y a la evolución hacia lo que algunos llaman "estados superiores de conciencia"(Stanislav Grof y Christina Grof, 1989).
Hay situaciones que actúan como desencadenantes de las emergencias espirituales. Pueden ser accidentes, enfermedades físicas, operaciones, ingestión de substancias alucinógenas o situaciones de gran stress, y en las mujeres un parto o un aborto.
Toda experiencia emocional traumática como la muerte o el abandono de alguien muy querido, el fracaso profesional, la ruina económica pueden llevar a esta crisis. Otro tipo muy distinto de causas desencadenantes son las experiencias con técnicas espirituales como el Zen, la meditación budista y Vipassana, el yoga Kundalini, ejercicios sufíes y la oración contemplativa. Esto no supone que estas prácticas espirituales puedan hacer daño sino que aún con guías y maestros avezados, pueden movilizar tan profundamente que lleven a situaciones de crisis.Hay que tener en cuenta que todo camino que lleve a un auténtico crecimiento espiritual tiene sus "noches oscuras del alma", sus momentos de crisis, y que lo importante no es frenarlos sino ayudar a que evolucionen hasta su resolución natural.
Emergencias Espirituales. 1992

Emergencias Espirituales. Dr. Raúl J. Usandivaras

Stanislav y Christina grof (1989 y 1990) han sido de los pioneros en estudiar estos estados que han llamado "Emergencias espirituales". En inglés "spiritual emergency" tiene el doble significado de algo que "emerge" y al mismo tiempo, el de "emergencia" como lo que requiere auxilio inmediato. De esta manera el término expresa tanto una crisis que requiere ayuda, como una oportunidad para que emerja un nuevo nivel de conciencia. Pero para que fuera posible plantearse el problema de que un estado de alteración psiquica sea la manifestación de una crisis espiritual en lugar del comienzo de una enfermedad mental, fue necesario que se produjera todo un cambiio de mentalidad. Que se ampliara la visión de lo psicológico y que más allá de las pulsiones instintivas y de los procesos bioquímicos cerebrales, se volviera a tomar en cuenta la dimensión de lo espiritual en la conducta humana. Este cambio de paradigma se fue haciendo paulatinamente con los aportes de distintas fuentes. La revaloración de los rituales, los mitos y las creencias religiosas que hicieron Mircea Eliade y Yoseph Campbell, mostraron el valor de la dimensión espirtitual en todas las épocas y las culturas, tarea que ya habían iniciado con trabajos de campo Margaret Mead y Franz Boas. Contemporáneamente filósofos como Ernst Cassirer y Susanne K. Langer se ocuparon desde la perspectiva filosófica del mito y los símbolos.
Por otro lado estuvo el aporte de los psicólogos que enriquecieron el psicoanálisis freudiano, incorporando el inconsciente colectivo como Carl G. Jung o las potencialidades de la personalidad creadora como Abraham Maslow.
Finalmente Ken Wilber, Charles Tart, Stanislav Grof, Roger Walsh y Frances Vaughan, entre otros, crean la Psicología Transpersonal, que va más allá del ego, y considera al hombre como un ser trascendente dentro del Cosmos. También la influencia de la espiritualidad de Oriente ha sido muy grande y ha contribuido a reubicar el misticismo dentro de las manifestaciones espirituales más elevadas.
Un físico, Fritjof Capra, con su libro "El Tao de la Física", que en pocos años se ha convertido en un clásico, muestra la concordancia del pensamiento de los místicos con las más recientes teorías de la física atómica.
Creo que sin los cambios que todas estas ideas introdujeron en el concepto de mente, cuerpo y espíritu, nunca hubiéramos llegado a plantearnos lo que los Grof distinguen y particularizan en su concepto de emergencia espiritual.
Emergencias Espirituales. Buenos Aires, 1992

martedì 29 luglio 2014

Eckhart Tolle. Parole dalla Quiete .Con traducción al castellano



                                   Ejercer el Poder de la Conciencia

Ejercemos el poder de la conciencia y fortalecemos nuestro músculo espiritual llevándonos, una y otra vez, al presente inmediato. Para hacerlo, debemos estar presentes ante lo que estamos sintiendo y pensando. Podemos volver nuestra atención directamente hacia lo que estamos experimentando, en lugar de permanecer inmersos en una sensación o de aceptar ciegamente nuestras creencias sobre nosotros mismos.

Hay una diferencia absoluta y total entre quedar atrapados en una emoción negativa y decir "estoy triste, enojado, solo" y demás, y poder reconocer en ese momento "estoy aquí, inmerso completamente en sensaciones de resentimiento. Estoy aquí, bramando de ira".

La conciencia de nuestras sensaciones no es lo mismo que la identificación con nuestros pensamientos y sensaciones. Cada movimiento de retorno a la conciencia del momento presente nos ancla en el cuerpo y abre la conexión a nuestra conciencia más vasta.

Incluso el más pequeño movimiento destinado a ejercitar el poder de la conciencia, en lugar de dejar que nuestra conciencia más vasta colapse en nuestros pensamientos y sentimientos, identificándose de esta manera con ellos, nos devuelve a una conciencia más completa.

Nos da el poder de comenzar desde una relación nueva, abierta y menos condicionada con nuestra experiencia. Esto no significa necesariamente que nuestros problemas desaparezcan; pero a medida que ejercitamos el poder de la conciencia, nuestra reactividad refleja disminuye.

Respondemos desde un estado de mayor presencia.

Cuando colapsamos dentro de nuestros sentimientos, perdemos esta capacidad. Volvemos al modo automático del yo, y este yo limitado parece ser la totalidad de quienes somos. Entonces, no tenemos más opción que reaccionar, porque sentimos que deberíamos defendernos.

Dr. Richard Moss

La danza peregrina del alma



    El Mandala del Ser

Adónde vamos cuando no estamos en el comienzo de nosotros mismos?

Todos nosotros, en momentos de gracias, hemos estado imbuidos de una sensación de maravilla, gratitud y amor. No es algo por lo que tengamos que trabajar. Estos sentimientos van mucho más allá de la satisfacción que podría derivarse de lograr un objetivo, conseguir un trabajo fantástico, ganar la lotería o incluso enamorarse.

Esta profunda alegría y goce, "la paz que supera toda toda comprensión", es en realidad nuestra experiencia innata cada vez que descansamos en el comienzo de nosotros mismos, sin conflicto en la conciencia, sin discutir con lo que es ni oponerle resistencia. Este es nuestro estado natural.

Sin embargo, es tan invasivo el condicionamiento de la autoprotección que nos distancia de nuestros sentimientos y de la inmediatez de nuestras percepciones, que casi inevitablemente retrocedemos a la estrategia básica de superviviencia de proyectar nuestra mente fuera del momento presente.

Esta en verdad nos protege, en alguna medida, sacándonos psíquicamente del lugar en que podemos ser heridos con mayor fuerza: el presente. Pero al mismo tiempo, el dejar el Ahora distacia nuestra conciencia de la Fuente y perdemos energía: el poder de encarar y sostener conscientemente cualquier sentimiento que se nos presente.

Este reflejo de autoprotección nos convierte en una especie de computadora que se retrotrae a su configuración automática cada vez que hay una sobrecarga.

Cuando estamos con sobrecarga, cuando hay algo que no queremos experimentar directamente, volvemos automáticamente en una fracción de segundo a nuestra programación de supervivencia.

Hacemos esto moviéndonos hacia el tiempo psicológico y la identidad psicológica que erróneamente creemos que somos nosotros.

El proceso es tan habitual que ni siquiera nos damos cuenta de lo que estamos haciendo.

Para aprender a vivir a partir de nuestra plenitud innata y nuestra más amplia autoridad natural, es necesario entender la naturaleza de las realidades psicológicas que nos retrotraen automáticamente una y otra vez.

Como dice el Tao Te Ching, " si quieres que algo se encoja, primero debes dejar que se expanda".

Al expandir nuestra conciencia de las formas en que huimos del presente, perdiendo conexión con el Ser esencial, empezamos a "encoger" el proceso de  autoevasión y así aprendemos a vivir más constantemente como quienes somos en realidad.

Podemos plantear nuestra indagación de la siguiente manera: aónde vamos cuando no estamos en el Ahora?.

Dr. Richard Moss. "El Mandala del Ser".

sabato 19 luglio 2014

sabato 12 luglio 2014

lunedì 7 luglio 2014

venerdì 4 luglio 2014

Carl G.Jung Mi Homenaje

Facetas del alma contemporánea.- Por C. G. Jung

 “En la segunda mitad del siglo XIX se asiste al nacimiento de una psicología “sin alma”. No se puede jugar con el espíritu de la época, pues constituye una religión, más aún, una confesión o un credo, cuya irracionalidad no deja nada que desear; tiene, además, la molesta cualidad de querer pasar por el criterio supremo de toda verdad y la pretensión de detentar el privilegio del sentido común. El espíritu de la época escapa a las categorías de la razón humana. Es una inclinación sentimental que, por motivos inconscientes, actúa con una soberana fuerza de sugestión sobre todos los espíritus débiles y los arrastra. Pensar así es popular; y, por tanto, decente, razonable, científico y normal”.

Mientras que la Edad Media, la Antigüedad e incluso la humanidad entera desde sus primeros balbuceos vivieron en la convicción de un alma sustancial, en la segunda mitad del siglo XIX se asiste al nacimiento de una psicología “sin alma”.

CON EL AUGE DEL MATERIALISMO, LA CONCIENCIA SE ENSANCHÓ, PERO DEJÓ DE CRECER EN ALTURA

Bajo la influencia del materialismo científico, todo lo que no puede verse con los ojos ni aprehenderse con las manos se pone en duda y, hasta sospechoso de metafísico, se vuelve comprometedor. Desde ese momento sólo es “científico” y, por consiguiente, admisible, lo que es manifiestamente material o lo que puede ser deducido de causas accesibles para los sentidos. Tal trastocamiento se había iniciado mucho antes, en una lenta gestación, muy anterior al materialismo. 


Cuando la era gótica, que se había alzado con un impulso unánime hacia el cielo, aunque apoyándose en una base geográfica y en una concepción del mundo estrechamente circunscritas, se derrumbó, quebrantada por la catástrofe espiritual de la Reforma, la ascensión vertical del espíritu europeo se vio frenada por la expansión horizontal de la conciencia moderna. La conciencia no se desarrolló ya en altura, sino que ganó en extensión geográfica e intelectualmente. Fue la época de los grandes descubrimientos y del ensanchamiento empírico de nuestras nociones del mundo. 


La creencia en la sustancialidad del espíritu cedió, poco a poco, ante una afirmación cada vez más intransigente de la sustancialidad del mundo físico, hasta que, al fin -tras una agonía de casi cuatro siglos-, los representantes más avanzados de la conciencia europea, los pensadores y los sabios, consideraron el espíritu como totalmente dependiente de la materia y de las causas materiales.

Sería un error, sin duda, imputar a la filosofía y a las ciencias naturales una inversión tan total. Siempre hubo numerosos filósofos y hombres de ciencia inteligentes que no dejaron de protestar, gracias a una suprema intuición y con toda la profundidad de su pensamiento, contra esta inversión irracional de las concepciones; pero les era difícil imponerse, perdían popularidad y su resistencia resultaba impotente para vencer la preferencia sentimental y universal que -como una marea de fondo- llevó al orden físico hasta el pináculo.

No se crea que transformaciones tan considerables en el seno de la concepción de las cosas pueden ser el fruto de reflexiones racionales; pues ¿existen acaso especulaciones racionales capaces de probar o de negar alternativamente el espíritu o la materia? Estos dos conceptos (cuyo conocimiento cabe esperar de todo contemporáneo culto) no son sino símbolos notables de factores desconocidos, cuya existencia es proclamada o abolida según los humores, los temperamentos individuales y los altibajos del espíritu de la época.

Nada impide a la especulación intelectual ver en la psique un fenómeno bioquímico complejo, reduciéndola así, en último término, a un juego de electrones, o, por el contrario, decretar que es vida espiritual la aparente ausencia de toda norma que reina en el centro del átomo.

LA METAFÍSICA DEL ESPÍRITU CEDIÓ EL PUESTO A LA METAFÍSICA DE LA MATERIA

La metafísica del espíritu, a lo largo del siglo XIX, tuvo que ceder el puesto a una metafísica de la materia; intelectualmente hablando, esto no es más que un giro caprichoso, pero desde el punto de vista psicológico significa una revolución inaudita en la visión del mundo: el más allá toma asiento en este mundo; el fundamento de las cosas, la asignación de los fines, las significaciones últimas, no deben salir de las fronteras empíricas; si damos crédito a la razón ingenua, parece que toda la interioridad oscura se convierte en exterioridad visible, y el valor no obedece ya sino al criterio del supuesto acontecimiento.

Tratar de abordar este trastocamiento irracional por la vía de la filosofía es ir a un fracaso seguro. Es preferible abstenerse, pues si en nuestros días a alguien se le ocurre deducir la fenomenología intelectual o espiritual de la actividad glandular, puede estar seguro a priori de la estima y de la receptividad del público; si, por el contrario, alguien quisiera ver en la descomposición atómica de la materia estelar una emanación del espíritu creador del mundo, ese mismo público no haría sino deplorar la anomalía mental del autor. Y, sin embargo, estas dos explicaciones son igualmente lógicas, igualmente metafísicas, igualmente arbitrarias e igualmente simbólicas.
Desde el punto de vista de la teoría del conocimiento, tan lícito es hacer descender al hombre de la línea animal como a la línea animal del hombre. Pero, como es sabido, este pecado contra el espíritu de la época tuvo para Dacqué penosas consecuencias académicas. No se puede jugar con el espíritu de la época, pues constituye una religión, más aún, una confesión o un credo, cuya irracionalidad no deja nada que desear; tiene, además, la molesta cualidad de querer pasar por el criterio supremo de toda verdad y la pretensión de detentar el privilegio del sentido común.


El espíritu de la época escapa a las categorías de la razón humana. Es una penchant, o sea, una inclinación sentimental que, por motivos inconscientes, actúa con una soberana fuerza de sugestión sobre todos los espíritus débiles y los arrastra. Pensar de una manera diferente a como se piensa hoy en general tiene siempre un aire de ilegitimidad intempestiva, de aguafiestas; es, incluso, algo casi incorrecto, enfermizo y blasfematorio, que no deja de implicar graves peligros sociales para quien nada de forma tan absurda contra corriente.

En el pasado era un presupuesto evidente que todo lo que existía debía la vida a la voluntad creadora de un Dios espiritual; el siglo XIX, por su parte, ha dado a luz la verdad, no menos evidente, de la universalidad de las causas materiales. Hoy, no es la fuerza del alma la que se edifica un cuerpo, sino que, al contrario, es la materia la que, por su quimica, engendra un alma.

Este cambio radical haría sonreír si no fuera una de las verdades cardinales del espíritu de la época. Pensar así es popular; y, por tanto, decente, razonable, científico y normal. El espíritu debe ser concebido como un epifenómeno de la materia. Todo contribuye a esta concepción, incluso cuando en lugar de hablar de “espíritu” se dice “psique”, y en vez de materia “el cerebro”, “las hormonas”, “los instintos”, “las pulsiones”. El espíritu de la época se niega a conceder una sustancialidad propia al alma, ya que, a sus ojos, ello sería una herejía.

LA CONCIENCIA CONTEMPORÁNEA AÚN NO HA DESCUBIERTO QUE EL MATERIALISMO ES TAN PRESUNTUOSO COMO EL ESPIRITUALISMO

Hemos descubierto hoy que nuestros antepasados se abandonaban a una presunción intelectual arbitraria: suponían que el hombre posee un alma sustancial, de naturaleza divina y, por consiguiente, inmortal; que una fuerza propia del alma edifica el cuerpo, mantiene su vida, cura sus males, haciendo el alma capaz de una existencia extracorporal; que existen espíritus incorpóreos, con los que el alma tiene relaciones, y un mundo espiritual más allá de nuestro mundo empírico, que confiere al alma una ciencia de las cosas espirituales, cuyos orígenes no se podría encontrar en el mundo visible.

Pero nuestra conciencia contemporánea no ha descubierto todavía que es igualmente presuntuoso y fantástico admitir que la materia es, de modo natural, generadora del alma; que los hombres descienden del mono; que la Crítica de la razón pura de Kant ha surgido de una mezcla armoniosa de hambre, amor y voluntad de poder; que las células cerebrales engendran los pensamientos; admitir, en fin, que todo esto obedece a la necesidad de las cosas últimas, y que no podría ser de otro modo.

Pues, ¿qué es en el fondo esta materia todopoderosa? Es, todavía, un Dios creador, pero despojado de su antropomorfismo y vertido, a cambio, en el molde de un concepto universal cuya significación cada cual cree penetrar. Cierto es que la conciencia general ha adquirido una extensión inmensa, pero por desgracia sólo desde el punto de vista del espacio y no del de la duración; si no fuera así, nuestro sentimiento histórico sería mucho más vivaz.

Si nuestra conciencia general no fuera puramente efímera, y tuviese al menos un poco de sentido histórico, sabríamos que en la época de la filosofía griega hubo transformaciones análogas de la divinidad, transformaciones que podrían suscitar algunas críticas a propósito de nuestra filosofía contemporánea. Pero el espíritu de la época se opone con violencia a estas reflexiones. La historia, para él, no es más que un arsenal de argumentos utilizables que permiten, por ejemplo, decir: ya el viejo Aristóteles sabía que…, etcétera.

Semejante situación obliga a que nos preguntemos sinceramente de dónde proviene la inquietante potencia del espíritu de la época. Sin duda alguna, constituye un fenómeno psíquico de importancia primordial, un prejuicio; por tanto, un prejuicio tan esencial en todos los casos, que no podremos llegar al problema del alma sin haber pasado por sus horcas caudinas.

* * *
CARL GUSTAV JUNG (1875-1961), Facetas del alma contemporánea (1ª parte). Conferencia pronunciada en Viena, en 1931. Alianza Editorial, Los complejos y el inconsciente, 2005. Traductor: Jesús López Pacheco. [FD, 15/07/2007]




lunedì 30 giugno 2014

Stanislav Grof II Parte



  He extraído y traducido este pequeño texto del ùltimo libro de Stan Grof ·"Sanando las heridas más profundas" (titulo en italiano) para acercarles un material que no ha sido editado en Argentina.

Según Michael Harner, la psiquiatría y la psicología occidentales también muestran un fuerte sesgo cognicentrico, otra forma de decir que en sus especulaciones teóricas sólo tienen en cuenta las experiencias y observaciones relativas a los estados ordinarios de conciencia, mientras que rehúyen sistemáticamente o malinterpretan los datos provenientes de la investigación de estados no ordinarios, como los fenómenos observados en la terapia psicodélica, en poderosas psicoterapias experienciales, en el trabajo con las personas en situaciones de emergencia espiritual, en la investigación sobre la meditación, en los estudios antropológicos en campo o en la tanatología.

 Debido a su incompatibilidad fundamental con el paradigma dominante, los datos subversivos que provienen de estos campos de investigación han sido sistemáticamente ignorados o mal evaluados.

En el apartado anterior he hecho referencia al término "estados no ordinarios de conciencia." Antes de proceder en esta discusión, me parece apropiada  una aclaración semántica.
 Este término es utilizado principalmente por los investigadores que estudian estos estados y reconocen su valor. Los psiquiatras oficiales prefieren el término "estados de  alteración", lo que refleja la creencia que sólo el estado de conciencia de la vida cotidiana representa la normalidad, mientras que todos aquellos que se apartan de ella, sin excepción, no son más que distorsiones patológicas de la correcta percepción de la realidad, por lo que carecen de cualquier potencial positivo. Sin embargo, incluso el término "no corriente" es demasiado amplio para el propósito de nuestra discusión.

La psicología transpersonal, de hecho, se dirige a un subconjunto significativo de estos estados, caracterizado por un potencial heurístico, terapéutico, transformativo, e incluso evolutivo. Este subgrupo incluye las experiencias de los chamanes y la de aquellos asistidos, las de los iniciados en los ritos de pasaje de los nativos americanos o de los antiguos misterios de muerte y  renacimiento, aquellas de los trabajadores espirituales y las de los místicos de todas las épocas, así como las crisis psico-espirituales de los individuos en "emergencia espiritual".

Al principio de mi investigación, descubrí con gran sorpresa que la psiquiatría convencional no tenía un nombre para este importante tipo de estados no ordinarios de conciencia, y por lo tanto lo resolvió usando el término "estados alterados".

 Sentí fuertemente que, por el contrario, merecían distinguirse  de los otros, y ser colocados en una categoría específica, acuñé entonces el término holotrópico (Grof, 1992), que literalmente significa "orientado hacia la totalidad" o "moverse en la dirección de la integridad" (del griego holos = entero y Restrepo, trepein = moverse hacia o en la dirección de algo), sugiriendo que, en el estado de conciencia de la vida de cada día, nos identificamos sólo con una pequeña parte de lo que realmente somos.

 En los estados holotrópicos de conciencia, sin embargo, podemos trascender los estrechos límites del ego corporal e ir al encuentro de un amplio espectro de experiencias transpersonales que nos ayudan a reclamar nuestra identidad completa. He descrito en otra parte las características fundamentales de los estados holotrópicos y sus diferencias con respecto a las condiciones que merecen ser definidas como "estados alterados de conciencia." Desde hace tiempo utilizo este término, y estoy contento de afirmar que su popularidad va en aumento.

Reconociendo la verdadera naturaleza de las experiencias transpersonales, y su valor, la psicología transpersonal ha hecho un progreso significativo en la corrección de los prejuicios etnocéntricos y cognicentricos de la psiquiatría y la psicología convencional.

A la luz de los modernos  estudios sobre la conciencia, la actual denigración  y patologización  irrespetuosa  de la espiritualidad que caracteriza el monismo materialista es insostenible. En los estados holotrópicos, las dimensiones espirituales de la realidad pueden ser experimentadas directamente en modo igualmente plausibles como nuestra experiencia cotidiana del mundo material, si no más. Un estudio cuidadoso de los fenómenos transpersonales muestra que no sólo no pueden explicarse como el producto de procesos patológicos del cerebro, sino que son ontológicamente reales.

Para distinguir las experiencias transpersonales de los productos de la fantasía individual, los psicoanalistas junguianos hablan de dimensiones  imaginarias. El erudito filósofo y místico francés Henri Corbin, quien primero utilizó la expresión “mundus imaginalis”, se había inspirado en el estudio de la literatura mística islámica. Los teósofos islámicos llaman al mundo imaginario, donde todo lo que existe en el mundo sensible tiene su contrapartida, "alam a mithal" u "octavo clima" para distinguirlo de los "siete climas", es decir,las  zonas en las que dividen los geógrafos islámicos tradicionales al 'hemisferio norte. 

El territorio imaginario tiene amplitud y dimensiones, formas y colores, pero no son percibidos por nuestros sentidos de la misma forma en que los percibimos cuando son propiedades de los objetos físicos.
Sin embargo, esta dimensión es, en todos los demás aspectos, ontológicamente real y susceptible de ser consensualmente validada por otros, al igual que el mundo material percibido normalmente  a través de los sentidos.


 Tratto da : “Guarire le ferite più profonde” 
Dr. Stanislav Grof
Traducción del italiano

lunedì 23 giugno 2014

domenica 15 giugno 2014

sabato 14 giugno 2014



 Cuando no sepas qué ocurre en un grupo, no claves más tu vista. Relájate y mira suavemente con tu ojo interior.

Cuando no entiendas qué dice una persona, no persigas cada una de sus palabras. Rinde tus esfuerzos. Silénciate interiormente y escucha con tu ser más profundo.

Cuando te asombre algo que veas o escuches, no luches por entender. Retírate un momento en ti mismo y cálmate. Cuando una persona está en calma, lo complejo se pone simple.

Saber qué ocurre, no empujar, abrirse  y estar atento. Mira sin clavar la vista. Escucha con más quietud que agudeza. Usa la intuición y la reflexión en lugar de descifrar.

Mientras más te liberes de tu empeño, y mientras más abierto y receptivo estés, con más facilidad sabrás qué está ocurriendo.

Además, quédate en el presente. El presente es más accesible que los recuerdos del pasado y que las fantasías del futuro.

Por lo tanto, pon tu atención en lo que ocurre aquí y ahora.

domenica 13 aprile 2014

sabato 12 aprile 2014

C.G Jung

Un yo inflado es siempre egocéntrico y sólo tiene conciencia de su propio presente. Es incapaz de aprender del pasado; incapaz de comprender lo que ocurre en el presente, e incapaz de extraer conclusiones acertadas para el futuro.
Está hipnotizado por sí mismo y por tal causa no admite interlocutores ni se puede razonar con él.
Por tal motivo está sujeto a catástrofes que le destrozarán en caso necesario.
Paradójicamente, la inflación (del yo) es una pérdida de conciencia por el consciente.

Fundación C.G Jung de Psicología Analítica

Rumi


"En este mundo te has vestido y hecho rico,
pero al partir de este mundo, ¿cómo estarás?
Aprende un oficio que te reditúe el perdón.
En el más allá también hay comercio y negocios.
Aparte de esa ganancia, este mundo es sólo juego.
Los niños se abrazan en relaciones fantasiosas,
o instalan una tienda de dulces; el mundo es un juego.
Cae la noche, y el niño vuelve hambriento
a su hogar sin sus amigos".

giovedì 20 febbraio 2014

Mooji - LAS TRAMPAS DEL EGO

Foto: LAS TRAMPAS DEL EGO

Si crees que es más "espiritual" andar en bicicleta o utilizar el transporte público para moverse, eso está bien, pero si juzgas a alguien que conduce un auto, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más 'espiritual' no ver la televisión porque crea problemas en tu cerebro, eso está bien, pero si juzgas a quienes todavía la ven, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más "espiritual" evitar chismes o los medios de comunicación, pero juzgas a aquellos que leen estas cosas, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más 'espiritual' hacer Yoga, convertirse en vegetariano, comprar solo alimentos orgánicos, comprar cristales, reiki, meditación, usar ropa "hippies", visitar templos y leer libros sobre iluminación espiritual, pero enjuicias a quien no hace esto, entonces tu estás atrapado en una trampa del ego.

Estar siempre consciente para sentirte superior. La idea de que tú eres superior es la indicación más grande que te encuentras en una trampa de tus egos. El ego quiere venir a través de la puerta de atrás.
Tendrás una idea noble, cómo empezar el yoga y luego cambia, para servir al objetivo de sentirte superior a los demás.

Empezarás a menospreciar a aquellos que no están siguiendo tu "camino espiritual". Superioridad, juicio y sentencia. Estas son las trampas del ego.

Mooji, Las trampas del ego.

Si crees que es más 'espiritual' no ver la televisión porque crea problemas en tu cerebro, eso está bien, pero si juzgas a quienes todavía la ven, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más "espiritual" evitar chismes o los medios de comunicación, pero juzgas a aquellos que leen estas cosas, entonces estás en una trampa del ego.

Si crees que es más 'espiritual' hacer Yoga, convertirse en vegetariano, comprar solo alimentos orgánicos, comprar cristales, reiki, meditación, usar ropa "hippies", visitar templos y leer libros sobre iluminación espiritual, pero enjuicias a quien no hace esto, entonces tu estás atrapado en una trampa del ego.

Estar siempre consciente para sentirte superior. La idea de que tú eres superior es la indicación más grande que te encuentras en una trampa de tus egos. El ego quiere venir a través de la puerta de atrás.
Tendrás una idea noble, cómo empezar el yoga y luego cambia, para servir al objetivo de sentirte superior a los demás.

Empezarás a menospreciar a aquellos que no están siguiendo tu "camino espiritual". Superioridad, juicio y sentencia. Estas son las trampas del ego.

Thich Nhat Hanh

CONSUMIMOS IRA A TRAVÉS DE OTROS SENTIDOS

No sólo consumimos ira por medio de la comida, sino también con nuestros ojos, nuestros oídos y nuestra conciencia.

El consumo de elementos culturales se relaciona también con la ira. Por eso es tan importante desarrollar una estrategia para consumir.


Aquello que leemos en las revistas y vemos en la televisión también puede ser tóxico. Puede contener ira y frustración. Una película es como un bistec, puede estar llena de ira. Si la consumes, estás comiendo ira, estás comiendo frustración. Los artículos de los periódicos e incluso las conversaciones pueden también contener montones de ira.


Tal vez te sientas a veces solo y desees charlar con alguien. En una hora de conversación, las palabras de otra persona pueden envenenarte con muchas toxinas. Podrías ingerir un montón de ira, que más tarde expresarás. Por eso es tan importante ser conscientes de lo que consumimos.


Cuando escuchas las noticias, lees un artículo del periódico o hablas sobre algo con los demás, ¿estás ingiriendo la misma clase de toxinas que ingieres cuando comes sin ser consciente de ello?

lunedì 10 febbraio 2014

mercoledì 22 gennaio 2014

Eckhart Tolle - En unidad con la vida



La gente cree que depende de lo que ocurre para su felicidad, es decir, que depende de la forma. Ellos no se dan cuenta de que lo que ocurre es lo más inestable del universo. Cambia constantemente.

Miran al momento presente como si estuviera dañado por algo que ha ocurrido y no debió ocurrir, o como si fuera deficiente por algo que no ha ocurrido y debió ocurrir.

Y así pierden la perfección más profunda que es inherente a la vida misma, una perfección que está siempre aquí, que está más allá de lo que está ocurriendo o no , más allá de la forma.

Acepta el momento presente y descubre la perfección que es más profunda que cualquier forma, que además, ante el tiempo, permanece intacta.

La alegría de vivir, que es la única felicidad verdadera, no puede llegar  a ti a través de ninguna forma, posesión,  logro, persona o suceso, a través de nada que ocurra.

Esa alegría no puede llegar a ti, nunca. Emana de la dimensión sin forma que hay en tu interior, de la conciencia misma y, por tanto, es una con quien tu eres.

Eckhart tolle


Mientras el ego dirija tu vida, la mayor parte de tus pensamientos, emociones y acciones surgirán del deseo y del miedo. Entonces, en las relaciones, o bien demandarás, o bien temerás algo de la otra persona.

Puede que quieras placer o beneficios materiales, reconocimiento, alabanzas o atención, o fortalecer tu sentido del yo mediante la comparación y el establecimiento de que eres, tienes o sabes más que la otra persona. 

Y lo que temes es que ocurra justo lo contrario, que esa persona pueda reducir de algún modo tu sentido del yo.

Cuando diriges tu atención al momento presente- en lugar de usarlo como un medio para un fin- vas más allá del ego y más allá de la compulsión inconsciente de usar a la gente como un medio para un fin, siendo el fin tu propio fortalecimiento a costa de los demás.


 Cuando prestas toda tu atención a la persona con la que estás interactuando, dejas fuera de la relación el pasado y el futuro, excepto para fines prácticos. 

Cuando estás plenamente presente en tus encuentros con otras personas, renuncias a la identidad conceptual que has creado para ellas - tu interpretación de quiénes son y de lo que hicieron en el pasado-, y eres capaz de interactuar prescindiendo de los movimientos egóticos del deseo y del miedo. 

La clave está en la atención, que es una alerta serena.
Qué maravilloso es poder ir más allá del deseo y del miedo en las relaciones. El amor no desea ni teme nada.

Si su pasado fuera tu pasado, si su dolor fuera tu dolor, sí su nivel de conciencia fuera tu nivel de conciencia, pensarías y actuarías exactamente como él o ella.


 Esta compresión trae consigo perdón, compasión y paz.

Al ego no le gusta oír esto, porque pierde fuerza cuando no puede mostrarse reactivo y tener razón. Cuando recibes como a un noble invitado a cualquiera que venga al espacio del Ahora, cuando permites a cada persona ser como es, él o ella empieza a cambiar.

Para conocer a otro ser humano en su esencia, no te hace falta saber nada sobre él: su pasado, su historia personal, sus experiencias.

Sitio de Eckart Tolle.
Facebook

Maryam - Armand Amar & Hamza Shakur مريم - أرماند عمار ذ حمزة الشكور





Hay un destino que hace que seamos hermanos;
nadie recorre su camino solo.
Todo lo que damos a las vidas de los demás
vuelve a  nuestra propia vida.



Edwin Markham, El Credo.

lunedì 13 gennaio 2014

Dr Richard Moss .I Parte. "El llamado a la Conciencia"

I Parte. "El llamado a la Conciencia"

..."Existe una gran esperanza para todos nosotros en el proceso de la auto-curación espontánea, de la evolución espontánea hacia un nuevo nivel de conciencia.
 El problema para nuestros egos racionales es que no puede llevarse a cabo simplemente a través de nuestro intelecto o motivarse por nuestra voluntad personal. Somos increíblemente ingenuos cuando creemos que podemos producir este cambio a través de nuestras metodologías diseñadas y dirigidas por nosotros mismos.

 Lo más que nuestras metodologías pueden hacer es preparar el terreno para nuestra receptividad a una inteligencia más profunda; nuestras mentes racionales no pueden dirigir el proceso que está siendo provocado dentro nuestro ahora.

Existe una alquimia misteriosa, una cualidad de gracia, de lo imprevisible, con esta clase de cambio que no se inclina ante la urgencia, ni aún ante los sinceros esfuerzos de nuestro yo manejado por el ego. Sobre todo, rara vez emerge de acciones que nacen del miedo; crece desde nuestra quietud interior.

Sin duda podemos no sentirnos en quietud, hoy más y más de nosotros nos sentimos amenazados aún cuando no podemos encontrar razón alguna que lo justifique en nuestras propias vidas. Pero debemos aprender a descansar en la quietud, a no ser seducidos por nuestro miedo.

La profunda sanación que estamos buscando es fundamentalmente un proceso espiritual, y en territorio espiritual somos los discípulos, no los maestros. Sobre todo estamos en el dominio de la fe, una relación completamente nueva con nuestra total experiencia de ser.

La real posibilidad que desde nuestro presente nivel de actividad consciente no seamos capaces de sanarnos a nosotros mismos es, creo, la gran herida del alma moderna.

... Precisamente, lo único que realmente podemos hacer es enfrentarnos con nosotros mismos, dentro de esta herida con brutal auto-honestidad y acercarnos al umbral de la fe donde ese nuevo potencial de la conciencia está siempre esperando encontrarse con nosotros."

"El segundo milagro". Intimidad, espiritualidad y relaciones conscientes.