El Tiempo del alma

mercoledì 5 dicembre 2012

Dr Richard Moss . II Parte: "El llamado a la Conciencia"

"... El solo considerar esta posibilidad demanda gran coraje, pero es solamente el primer paso. Debemos alcanzar el punto en las profundidades de nuestro ser donde no podemos ir más allá con nuestro propio esfuerzo. Esto, desde el punto de vista de nuestro ego, es la más profunda, y fundamental herida, una herida que continuamente tratamos de evitar con todo el ingenio de nuestro intelecto y la fuerza de nuestra propia voluntad. Paradójicamente, es una herida sagrada, un regalo de la evolución misma, porque tiene el poder de transformarnos radicalmente y aún sanarnos si dejamos que nos entre suficientemente profundo. Tiene este poder precisamente porque es la herida que el ego no puede curar.
Estos son pensamientos serios, no son material de best sellers populares. Pero no soy para nada un pesimista, o un profeta del fin del mundo. Por el contrario, es porque he visto la increíble maravilla y milagro del despertar del alma humana que tengo fe.
En todos lados, más y más gente se está despertando al llamado interior del espíritu a través de un proceso que es a menudo, y al mismo tiempo, la más profunda herida y la milagrosa aurora de una nueva vida.
Ser herido lo suficientemente profundo, de forma que nuestro ego no puede finalmente remediarlo, es el ser llevado a un nuevo nivel de conciencia, un nuevo nivel de ser donde se nos llama nuevamente a nuestro verdadero hogar. Esto es más que esperanza, esta es la promesa de la vida misma, la promesa de la evolución.
No estoy diciendo que debemos sufrir intencionalmente para poder crecer. La vida está llena de posibilidad de deleite, pero no es nuestra alegría y la genuina paz interior la que nos limita, es nuestra capacidad para poder enfrentar el sufrimiento. La verdad es que la mayoría de nosotros no mirará más allá de nuestra vieja conciencia hasta que, por cualquiera que sean las razones o las circunstancias, nos falle categóricamente, y estemos, de verdad, sufriendo. Ahora si finalmente abriéramos nuestros ojos y nuestros corazones, descubriríamos que se nos ha puesto cara a cara con un misterio más profundo.
Imaginar que podemos evitar el sufrimiento, y seguir el camino de la paz, es una maniobra de nuestro ego que nos impide mirar con honestidad como nos sentimos, dar una mirada fresca a lo que de verdad está pasando en nuestras vidas, a todo el cambio, todo el cataclismo y aún la crueldad, toda la incertidumbre que insinúa un proceso más profundo en el que debemos aprender a confiar, y al que debemos dejarle espacio en nuestras vidas.
Puede que no se sienta para cada uno de nosotros, en la oscuridad de nuestra lucha personal, que este es un cambio evolutivo, pero puede serlo si nos consagramos a él.
La diferencia entre ser una víctima infeliz o enojada, o un discípulo en despertar, es toda la diferencia del mundo. A medida que cada uno de nosotros, empieza a tomar la responsabilidad de permitir que la "gracia" del proceso evolutivo ocurra, descubrimos el real potencial para la paz interior, y el real poder para actuar como partera de la nueva posibilidad que emerge para la vida en la Tierra."

"El segundo milagro". Intimidad, espiritualidad y relaciones conscientes.

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