El Tiempo del alma

martedì 15 marzo 2016

Eckhart Tolle

Entusiasmo significa que hay un disfrute profundo en lo que haces además del elemento añadido de una meta o una visión hacia las que trabajas.

Cuando añades una meta al disfrute de lo que haces, el campo de energía o frecuencia de vibración cambia. Se añade ahora al disfrute un cierto grado de lo que podríamos llamar tensión estructural, y así se convierte en entusiasmo.

En la altura de la actividad creativa alimentada por el entusiasmo, habrá una intensidad y una energía enormes en lo que haces. Te sentirás como una flecha que se mueve hacia el blanco, y disfrutando el viaje.

Para un observador, puede parecer que estás bajo estrés, pero la intensidad del entusiasmo no tiene nada que ver con el estrés.

Cuando deseas llegar a tu meta más de lo que deseas estar haciendo, lo que estás haciendo te estresa.

El equilibrio entrre el disfrute y la tensión estructural se pierde y ha ganado la última.

El estrés siempre disminuye tanto la calidad como la efectividad de lo que haces bajo su influencia.
Hay también un fuerte vínculo entre el estrés y las emociones negativas, tales como la ansiedad y la ira. El estrés es también tóxico para el cuerpo.

Al contrario del estrés, el entusiasmo tiene una alta frecuencia de energía y, por lo tanto, resuena con el poder creativo del universo.
Por eso, Ralph Waldo Emerson dijo que "Nada grande se ha logrado nunca sin entusiasmo".

El entusiasmo sabe para donde va, pero al mismo tiempo está profundamente en unidad con el momento presente, la fuente de vitalidad, su alegría  y su poder.

El entusiasmo no "quiere" nada porque no le falta nada. Está en armonía con la vida y no importa lo dinámicas que sean las actividades inspiradas por el entusiasmo, no te pierdes en ellas.

 Y siempre queda un espacio quieto pero intensamente vivo en el centro de la rueda, un núcleo de paz en medio de la actividad que es la fuente de todo y, al mismo tiempo, no está tocado por ello.

"En unidad con la vida". E. Tolle

Dr. Roberto Assagioli

En su libro "Ser Transpersonal" : Psicosíntesis para el nacimiento de nuestro Ser Real,  Roberto Assagioli desarrolla las direcciones en la expansión de la conciencia.  Particularmente en este artículo de la dirección hacia abajo, explora la simbología en las experiencias transpersonales.

Entre los grupos de símbolos para indicar las experiencias y las conquistas superiores abiertas al hombre, he elgido :"La profundización y el descenso", por considerarla uno de los desafíos más difíciles de enfrentar en el camino de trascendencia.

La  forma en que Assagioli lo presenta, en lenguaje claro y sencillo, ofrece a mi criterio, una imagen clara y sintetizadora de:

                "La profundización o descenso al fondo de nuestro ser"


Simbólicamente, la exploración del inconsciente se considera como un descenso a los abismos del ser humano, como la exploración de los "bajos fondos de la psique".
Tal símbolo está particularmente en uso desde que comenzó a desarrollarse el psicoanálisis, aunque no fue descubierto por él. Sus orígenes son bastante más remotos y antiguamente poesía un sentido mucho más profundo.
Basta con recordar el descenso de Eneas a los infiernos, en la Eneida de Virgilio, o la descripción dantesca del Infierno. Además, varios místicos hablan de los "abismos del alma".
Aparte del psicoanálisis, en sentido estricto, existe una corriente psicológica denominada "psicología de las profundidades", representada por Jung y otros. Su principio fundamental afirma que el hombre debe ser fuerte y tomar conciencia de todos los aspectos inferiores y oscuros de su propio ser, los cuales constituyen su sombra, para después incluirlos en su personalidad consciente.
Este reconocimiento y esta inclusión es al mismo tiempo un acto de humildad y de poder: aquel que dispone del poder necesario para tomar conciencia de los apectos más bajos y sórdidos de su personalidad sin dejarse arrollar por ellos, lleva a cabo una verdadera conquista espiritual.
Pero esto puede presentar algunos peligros. Me refiero a la apología del aprendiz de brujo con su admonición: es relativamente fácil conseguir que irrumpan las "aguas", pero después es mucho más difícil llegar a ponerles freno y ordenar que se retiren !.

A este respecto, es oportuno recordar lo que hace un valiente psicoterapeuta, Robert Desoille, creador del método del "rêve éveillé". El se sirve también del "descenso", pero sobre todo de la "subida".
Respecto del descenso Desoille afirma que hay que realizarlo con prudencia, "fraccionadamente", es decir: comenzando por actualizar las realizaciones superiores y después, a medida que el sujeto se va reforzando, proceder a explorar cautamente la zona del inconsciente.
Su objetivo es eliminar la disociación entre la conciencia y el inconsciente inferior, producto éste de la represión, de la condena por parte del consciente, del no querer admitir, por miedo o presunción, que en nosotros exista ese aspecto de nuestra personalidad.
Reprimirlo no sirve para nada: no solo no lo elimina, sino que lo exaspera.
Lo que debemos hacer es redimir esta parte inferior.
Reconocer esta partre de nosotros no significa dejarse arrastrar por ella, sino disponerse a transformarla.
El descenso de Cristo a los infiernos para redimir a sus habitantes posee este profundo significado.

C.G. Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos.

Este extracto de la autobiografía del maestro Jung me alienta, me sostiene, me direcciona. Por su sinceridad y su humildad . Gracias !!!!

"En la época en que me ocupaba de las imágenes del inconsciente decidí retirarme de la universidad de Zurich , en la que durante ocho años había sido profesor auxiliar (desde 1905). La vivencia y experiencia de lo inconsciente me había coartado intelectualmente en grado extremo. Después de finalizar el libro sobre:
" Wandlungen un Symbole der Libido (1911) me fue imposible leer un libro científico durante tres años. Así tuve la sensación de que no podía ya tomar parte en el mundo del intelecto. Además, no hubiera podido hablar de lo que me preocupaba. El material proporcionado por el inconsciente me había dejado, por así decirlo, atónito. No podía entonces comprenderlo ni en modo alguno darle forma. Sin embargo, en la universidad ocupaba un puesto muy delicado y sentí que debía ante todo hallar una orientación nueva y totalmente distinta, y que hubiese sido no jugar limpio enseñar a estudiantes jóvenes en un estado de ánimo dominado por las dudas.
Con ello me vi situado ante la alternativa: o prosigo con mi carrera académica, que entonces ante mí se abría, o sigo a mi íntima personalidad, la "suprema razón". y continúo la maravillosa tarea, el experimento del análisis del inconsciente.
Así pues, abandoné conscientemente mi carrera académica, pues antes de que mi experimento hubiera terminado yo no podía presentarme en público. Sospechaba que era algo grande lo que a mí me sucedía y confié en lo que me parecía sub specie aeternitatis más importante.Sabía que llenaría mi vida y por tal causa estaba dispuesto a correr cualquier riesgo.
Qué significaba que fuera profesor o no?. Naturalmente que me disgustó, sentía incluso rabia por el destino y en muchos aspectos lamenté el no poder circunscribirme a lo que es comprensible para todos. Pero emociones de este tipo son pasajeras. En el fondo no significan nada. Por el contrario, lo otro es lo importante y si uno se concentra en lo que la íntima personalidad quiere y dice, desaparece el dolor. Así me sucedió siempre, no sólo cuando renuncié a mi carrera académica.
Las primeras experiencias de este tipo las hice ya de pequeño.En mi juventud era irascible, pero siempre que la emoción llegaba a un punto culminante cedía rápidamente y renacía la calma. Entonces me sentía alejado de todo y lo que me había irritado parecía pertenecer a un lejano pasado.
La consecuencia de mi decisión y del ocuparme de cosas que ni yo ni los demás podían comprender consistió en un gran aislamiento. Lo vi claro muy pronto.Me preocupaban pensamiento sobre los cuales no podía hablar con nadie; sólo hubiesen sido mal entendidos. Experimenté, del modo más agudo,la posición entre el mundo exterior y el interior.La conjunción entre ambos mundos, que hoy conozco, no podía entonces concebirla. Sólo veía un irreconciliable antagonismo entre lo interior y lo exterior.
Pero desde un principio me resultó claro que sólo establecería contacto con el mundo exterior y los hombres, si me esforzaba al máximo en mostrar que los contenidos de la experiencia psicológica son "reales" y ciertamente no sólo como experiencias personales mías, sino como experiencias colectivas que pueden repetirse también en otros hombres. Ello intenté demostrarlo en mi posterior trabajo científico.Pero al principio lo hice todo para aportar a mis deudos una nueva maniere de voir. Sabía que estaría condenado al aislamiento más absoluto si no lograba esto."

lunedì 14 marzo 2016

Pantajali

"La mente no brilla debido a su propia luz sino que es un objeto iluminado por el Yo. El Yo es ilimitado, es la Conciencia pura que ilumina los contenidos de la mente ... El egoísmo, la sensación limitada del yo , surge cuando el intelecto se atribuye para sí el poder de la conciencia".
Pantajali

venerdì 11 marzo 2016

Grupo de estudio - Nivel Introductorio



La Psicología Transpersonal  es el camino que mi alma elige transitar en mi proceso de crecimiento.
He sido bendecida, hace muchos años atrás, con la invitación a participar en el grupo de fundación de la Asociación Transpersonal  en la República Argentina.
Mi camino en paralelo se nutre en Italia, y desde hace casi dos décadas, en modo constante y permanente, viajo acercando  y traduciendo las nuevas publicaciones que aún no han llegado a la Argentina.
Inicialmente me conecté con los desarrollos de este nuevo paradigma desde la Psicología, en el "Istituto di  Psicosíntesi" en Firenze, fundado por el Dr. Roberto Assagioli.
Unos pocos años más tarde con la "Associazione Italiana di Psicologia Traspersonale" dirigida por la Dttssa Laura Boggio,  en Roma.
 Sucesivos seminarios e intercambios me ofrecieron una visión más profunda de esta mirada de la Psicología.
Elijo esta  modalidad para compartir este enfoque  (grupo de estudio) con el fin de acercar un conocimiento ordenador  y así esclarecer el abordaje de esta Psicología de la Conciencia.
Conocer y experimentar el  sendero de la Conciencia es asumir  nuestro propio compromiso con la evolución.
Que el tiempo del alma nos encuentre disponibles y voluntariosos en su despertar.

Bienvenidos a cada uno  y agradecida por acompañar esta invitación a quien deseen ofrecerla.


Mis referencias

Conciencia Total, la toma de consciencia - Enric Corbera

martedì 8 marzo 2016

Estados expandidos de conciencia. Alejandro Celis

El interés de la Psicología Transpersonal es la expansión de la conciencia, lo que a su vez implica la premisa de que existen estados considerablemente más amplios que la conciencia llamada "normal", y que son accesibles por cualquiera que trabaje en ello con sinceridad. Esta concepción aún se encuentra con considerable resistencia en el interior de la psicología tradicional, la que tiende, aún en nuestros días a equiparar los estados superiores de conciencia con estados psicopatológicos.
La implicancia más importante de este supuesto es que la realidad que percibimos refleja el nivel de conciencia de quien la percibe; y, consecuentemente, no se puede explorar la realidad sin hacer al mismo tiempo una exploración de nosotros mismos - no sólo porque somos, sino también porque creamos la realidad que exploramos-. La exploración puede ser realizada a través de técnicas meditativas, o bien por quien mediante un profundo y disciplinado trabajo sobre su personalidad logra liberarla de automatismos y alcanza niveles de conciencia cada vez más amplios y sutiles.
Algo sobre lo que ya desde el advenimiento de la terapia guestáltica se ha machacado incesantemente es que, para recuperar la sanidad, debemos "abandonar la mente y recobrar los "sentidos", como sugería Fritz Perls. Por cierto que esto se ha interpretado erróneamente como que es necesario silenciar la mente antes de acceder a ningún logro significativo , mas lo único necesario es no escucharla. También se ha insistido en la necesidad de estar en el presente, en el aquí-ahora.
Ambas sugerencias llevan a la expansión de la conciencia y se hallan íntimamente relacionadas, puesto que atender al incesante parlotear de nuestra mente automática es lo que nos aleja del presente. Y digo "atender" a ese parloteo porque no es necesario que éste desaparezca para caer al presente y tener la posibilidad de expandir nuestra conciencia, sino sólo dejar de escucharlo, dejar de poner atención a lo que nos dice.
Para eso, la sabia sugerencia de Perls: recobra tus sentidos - palpa, saborea, escucha, mira, huele -. Al atender los sentidos, los parloteos de la mente tienden a quedar en el trasfondo, que es todo lo que se necesita.
Especialmente desde fines del siglo XIX, en Occidente miles de buscadores han seguido las enseñanzas de maestros espirituales, a partir de su reconocimiento de un estado de conciencia expandida que en general ha sido llamado iluminación. Se ha seguido a maestros ya fallecidos físicamente como Buda, Jesús, Lao Tse, Jelal'Uddin Rumi o Krishna; y también vivos como Gurdjieff, Ramana Maharishi, Paramahansa Yogananda, Satyananda, Krishnamurti, Chögyam Trungpa, Maharishi Mahesh Yogi, Gurú Maharaji, Oscar Ichazo u Osho. El concepto de iluminación o despertar es polémico; por un lado, no podemos comprenderlo racionalmente y da pie a todo tipo de interpretaciones y deformaciones; y por otro lado, muchos místicos cuestionan la existencia de un estado de conciencia fijo y estático en el q ue alguien pueda dormirse en sus laureles.
Sin embargo, lo que sí podemos percibir en forma intuitiva es un estado de conciencia expandido. La expansión de la conciencia es algo que al menos los buscadores han experimentado y pueden recoonocer en alguna medida en otra persona.
A mi modo de ver, la visión transpersonal aporta, en un mundo actual árido, materialista y centrado en los factores económicos y en una mentalidad explotadora y ganancial, una visión esperanzadora respecto de nuestras propias posibilidades.

Una parte de la ponencia presentada en el IV Encuentro Internacional de Dessarrollo Personal. Valparaíso. Chile
Revista Uno Mismo. Nov. 2002

lunedì 7 marzo 2016

La conciencia sin fronteras. Ken Wilber

Por mediación de sucesivas demarcaciones se va formando el espectro de la conciencia. Cada vez que se traza un nuevo límite, la sensación que la persona tiene de sí misma se reduce, se encoge, se vuelve menos espaciosa, más estrecha y restringida. Primero el medio, después el cuerpo, más tarde la sombra, se revelan como "lo que no soy", "lo que existe ahí fuera", como objetos extraños y ajenos, más aún, como objetos enemigos, ya que cada línea demarcatoria es un frente de batalla.
Pero todos esos "objetos de ahí fuera" no son más que proyecciones del propio ser de la persona, y todos ellos pueden ser redescubiertos como aspectos del propio ser.
Cada descubrimiento, aunque sea a veces doloroso, es finalmente jubiloso, porque el descubrimiento de que un objeto de ahí fuera es, en realidad, un aspecto de nuestro propio ser convierte a los enemigos en amigos, las guerras en danzas, las batallas en juegos. La sombra, el cuerpo y el medio han llegado a formar parte de nuestro inconsciente, consecuencia de nuestros sueños fantásticos en un mundo de mapas y demarcaciones, herencia de Adán a sus hijos e hijas adormilados. Levantemos, pues, las demarcaciones y límites para poder tocar de nuevo nuestra sombra, nuestro cuerpo y nuestro mundo, con pleno conocimiento de que todo lo que tocamos es, en el fondo, el rostro original de nuestro propio ser verdadero.

Ken Wilber

La finalidad de los encuentros es la difusión, la comprensión y el  alcance del abordaje terapéutico Transpersonal como reflexión de una realidad psíquica más profunda que se extiende más allá de la personalidad individual.

En la clínica la implementación de “la tecnología sagrada” al decir del Dr. Grof, desempeña un papel esencial en la historia ritual y espiritual de la humanidad.


Gregg Braden

Vivimos en un universo de ciclos
Desde las diminutas vibraciones de energía generadas por un átomo hasta el surgimiento y la desaparición de los enormes campos magnéticos del Sol ... desde el constante ritmo de las mareas del océano hasta los miles de kilómetros que recorre un pequeño colibrí cada año para migrar a climas más cálidos, nuestro mundo es una danza interminable de ciclos repetitivos de la naturaleza.
Estos ciclos están en todo.

De forma intuitiva, sabemos de su existencia por experiencia directa. Por ejemplo, el ritmo menstrual femenino se rige por un ciclo de 28 días relacionado con las fases cíclicas de la Luna.
Todos los días nuestros cuerpos siguen los ritmos de un período de 24 hs (el ciclo circadiano de luz y oscuridad), que regula aspectos como el sueño, la vigilia y el hambre. Y aunque el uso de bombillas de 60 vatios y el consumo de capuchinos a altas horas de la madrugada pueden haber cambiado para siempre la forma en que  respondemos a los ritmos de la naturaleza, el hecho es que los ciclos existen.

Si observamos en detalle los ciclos de la naturaleza, veremos que cada uno es parte de otro mayor que tiene lugar dentro de otro todavía mayor, y así sucesivamente: se trata de ciclos secuenciales de tiempo y energía que regulan los ritmos del universo y la vida.

Nuestras experiencias del día y la noche es un ejemplo perfecto de cómo funcionan estos ciclos secuenciales. Las horas de luz y oscuridad que experimentamos todos los días se deben a la forma en que gira la Tierra alrededor del Sol, un ciclo que dura unas 24 hs. A su vez, el tiempo que se mantienen la luz y la oscuridad de cada día está relacionado con la forma en que nuestro planeta se inclina en dirección al Sol, o en dirección contraria, durante su órbita: los ciclos que dan lugar a las estaciones del año. La inclinación terrestre es parte de un ciclo aún mayor que determina cuánto duran las estaciones a lo largo de  miles de años.

Aunque la experiencia del día, la noche y las estaciones nos ofrecen un claro ejemplo de los ciclos de la naturaleza, en ellos encontramos mucho más que la simple duración de un día o el comienzo del verano.

Ralph Waldo Emerson describió en términos simples y poéticos nuestra relación con estos ciclos:

"Nuestra vida es un aprendizaje de la verdad de que alrededor de cada círculo se puede dibujar otro; que la naturaleza no tiene fin, y que cada fin es un comienzo".

Tanto las palabras de Emerson como nuestro conocimiento de los ciclos nos conducen a ciertas preguntas que debemos formularnos: ¿si los ciclos de la naturaleza se encuentran en todas partes, es posible que todo, desde nuestras relaciones románticas y de negocios hasta nuestras conexiones globales, desde la luz de un nuevo nacimiento hasta la oscuridad del 11 de septiembre del 2001, forme parte de los grandes ciclos que apenas estamos aprendiendo a reconcer? Y si es así, ¿podemos prepararnos para el futuro reconociendo el pasado?

Si esta relación realmente existe, todo lo que nos han hecho creer sobre nuestro mundo y sobre nosotros mismos cambiaría. Podríamos descubrir, por ejemplo, que cuestiones tan diferentes como la frecuencia de nuestros logros y fracasos, el éxito en nuestras relaciones y profesiones e incluso la duración de nuestras vidas tienen que ver con ciclos que solo estamos comenzando a comprender.
Gracias a este nuevo descubrimiento, también podríamos ver que ya no somos víctimas de un destino misterioso, al cual le atribuimos muchas de nuestras experiencias pasadas. Sin embargo, para explorar dicha relación, debemos comenzar a reconocer los patrones que nos rodean.

"El tiempo fractal". Gregg Braden

venerdì 4 marzo 2016

giovedì 3 marzo 2016