El Tiempo del alma

lunedì 25 luglio 2016

Carol S. Pearson



Crear una vida implica honrar nuestra experiencia con honestidad, sin negaciones, dándole su valor y significado.
Esto significa que aceptamos nuestra vida como la que mejor nos cuadra, aceptamos que nuestros cuerpos y mentes son exactamente los que mejor nos vienen y aún nuestras patologías y malos hábitos lo son (aunque en este caso puede ser el proceso de superarlos lo que nos enseñe la lección que necesitamos).
Esto significa llegar a reconocer el modo que adopta nuestra propia belleza, sea belleza del cuerpo, del alma o del carácter.

domenica 24 luglio 2016

Cinco formas de orar


C. G. Jung Recuerdos, sueños y pensamientos

Tenía dieciocho años y procedía de una familia culta. A los quince años fue seducida por su hermano y abusaron de ella sus compañeros de escuela.

A partir de los dieciséis años vivió aislada. Se ocultaba ante los hombres y acabó por identificarse en sus sentimientos con un mastín malo que pertenece a los demás, y con quienes intentaba reconciliarse. 

Se volvió cada vez más extraña, ya los diecisiete años vino al frenopático, donde permaneció año y medio. Oía voces, rechazaba los alimentos y enmudeció por completo. 

Cuando la vi por vez primera se encontraba en un estado típicamente catatónico.


En el transcurso de varias semanas logré paulatinamente hacerla hablar.


Después de superar una tenaz resistencia me contó que había vivido en la luna.


Ésta estaba habitada, pero al principio sólo vio hombres. Éstos la habían llevado consigo a una morada «sublunar» donde se hallaban encerradas sus mujeres e hijos. Sobre las altas montañas de la luna habitaba un vampiro que raptaba y mataba a los niños y mujeres, por lo cual la población selenita estaba amenazada de exterminio.
Tal era la razón de la existencia «sublunar»de la mitad femenina de la población. 


Mi paciente decidió ahora hacer algo por la población de la luna y se propuso destruir al vampiro. Después de largos preparativos, esperó al vampiro sobre la azotea de una torre que se construyó con este fin.
Al cabo de una serie de noches lo vio por fin aproximarse volando desde lejos, como un gran pájaro negro.   


Tomó su largo cuchillo para el sacrificio, lo ocultó entre sus ropas y esperó su llegada. Repentinamente apareció ante ella. Tenía varios pares de alas. Bajo éstas, su rostro y toda su figura quedaban ocultos, de modo que ella no podía ver más que sus plumas.

 Estaba extrañada y le picó la curiosidad por lo que decidió saber qué aspecto tenía. Se acercó a él sosteniendo el cuchillo en su mano. Entonces el pájaro abrió sus alas y ante ella apareció un hombre divinamente hermoso. La estrechó entre sus brazos alados con un garfio de hierro de modo que ella ya no podía servirse del cuchillo. 
Además, quedó tan hechizada por la mirada del vampiro que no hubiera sido ya capaz de acuchillarlo. La levantó del suelo y voló con ella. 

Después de esta revelación pudo hablar sin impedimentos y volvieron a presentarse sus resistencias; yo le había cerrado el camino de regreso a la luna,ya no podía marcharse de la tierra. 


Este mundo no es hermoso, en cambio la luna sí lo era y la vida allí estaba llena de atractivos. 


Algo más tarde tuvo una recaída en su catatonía. Deliró durante cierto tiempo. Cuando al cabo de dos meses fue dada de alta, se podía volver a hablar con ella y progresivamente fue viendo que la vida sobre la tierra es algo inevitable. Pero desesperadamente se resistió a aceptar la inevitabilidad de la vida y sus consecuencias, y tuvo que ser internada nuevamente. 


Una vez la visité en su celda y le dije: «¡Todo esto no le servirá para nada, no puede ya regresar a la luna!» 


Me escuchó en silencio y completamente indiferente. Esta vez permaneció poco tiempo en el frenopático y aceptó resignadamente su destino.
Se colocó de enfermera en un sanatorio. Allí había un médico asistente que intentó acercarse a ella de modo poco atento, a lo cual ella respondió con un disparo de revólver. Por suerte sólo le ocasionó una leve herida. ¡Así pues se había procurado un revólver! 


Ya anteriormente había llevado consigo un revólver cargado que a última hora, al terminar el tratamiento, me entregó.


Ante mi asombro, dijo: «¡Con él le hubiera matado a tiros si me hubiera usted faltado!» 


Cuando se repuso de la excitación a causa del disparo regresó de nuevo a su país. Se casó, tuvo varios hijos y sobrevivió a dos guerras mundiales en el Este sin experimentar ninguna recaída. 


¿Qué decirse para explicar sus fantasías? A causa del incesto que sufrió de jovencita se sintió rebajada ante los ojos del mundo, pero en cambio en el reino de la fantasía se sentía ensalzada: se sintió trasladada, por así decirlo, aun reino mítico; pues el incesto es, según la tradición, una prerrogativa del rey de los dioses. 


A través de ello, sin embargo, se produjo una total enajenación del mundo, el estado de psicosis. Se convirtió, por así decirlo, en extra-mundana y perdió el contacto con los hombres. Llegó a un distanciamiento cósmico, en la bóveda celeste, donde encontró al demonio alado.

 Transfirió esta figura en mí durante el tratamiento, siguiendo la regla.Por ello, automáticamente, estuve amenazado de muerte, como cualquiera que hubiera intentado convencerla de la existencia humana normal. A través de sus explicaciones, en cierto modo, había descubierto el demonio en mí y ligado de este modo a un hombre terrestre. Por ello pudo volver a la vida e incluso casarse.

Yo mismo, desde entonces, vi con otros ojos el sufrimiento de los enfermos mentales, pues sabía ahora también de los significativos acontecimientos de su vivencia interna.

sabato 23 luglio 2016

STANISLAV GROF

 Retos conceptuales procedentes de la investigación actual sobre la Conciencia
Las experiencias que se tienen en estados no ordinarios de conciencia desafía seriamente esta comprensión estrecha del potencial de la psique humana y de los límites de nuestra percepción. Lo que podemos experimentar en estos estados no está limitado a los recuerdos de nuestra vida después de haber nacido ni al inconsciente individual freudiano, como los científicos materialistas nos han enseñado a creer.
Las experiencias holotrópicas van mucho más allá de los límites de lo que el escritor y filósofo angloamericano Alan Watts en tono de burla llamó "el ego encapsulado en la piel". Esas experiencias pueden llevarnos a vastos territorios de la psique aún no cartografiados por los psicólogos y psiquiatras occidentales.
En un esfuerzo por describir y clasificar todos los fenómenos revelados en los estados holotrópicos, he esbozado un nuevo mapa de la experiencia humana que amplía la comprensión convencional que se tiene de la psique. En este contexto, solo destacaré brevemente los rasgos básicos de esta nueva cartografía.
Para dar cuenta de todas las experiencias que pueden suceder en los estados holotrópicos, tuve que ampliar radicalmente la actual comprensión occidental de la psique añadiendo dos amplios ámbitos.
El primero de ellos es un depósito de sensaciones y emociones físicas intensas vinculadas al trauma del nacimiento, como dolores físicos extremos en diversas partes del cuerpo, sentimientos de asfixia, ansiedad vital, desesperación e intensa cólera. Además, este ámbito también contiene un rico espectro de imágenes simbólicas correspondientes que giran alrededor de los temas del nacimiento, la muerte, el sexo y la violencia.
Me refiero a este nivel de la psique como perinatal, a causa de su asociación con el nacimiento biológico (de la palabra griega peri= alrededor o cerca de, y del latín natalis = perteneciente al parto).
El segundo ámbito adicional de la psique incluido en mi cartografía puede llamarse transpersonal, puesto que su característica básica es la experiencia de trascender las limitaciones habituales personales del cuerpo y del ego.

Las experiencias transpersonales expanden ampliamente el sentido de identidad personal al incluir elementos del mundo externo y otras dimensiones de la realidad. Una categoría importante de experiencias transpersonales conlleva, por ejemplo, una auténtica identificación vivencial con otras personas, animales, plantas y diversos aspectos de la naturaleza y del cosmos.
Otro amplio grupo de fenómenos transpersonales puede describirse conforme a lo que el psiquiatra suizo C.G.Jung (1959) llamaba el inconsciente colectivo. Este vasto depósito de recuerdos ancestrales, raciales y colectivos contiene toda la herencia històrica y cultural de la humanidad.También alberga principios organizadores primordiales a los que Jung llamó arquetipos. Según él, los arquetipos rigen los procesos de nuestra psique, así como los acontecimientos del mundo en general. También constituyen la fuerza creadora que se halla tras el mundo infinitamente rico de imágenes de la psique con sus panteones de reinos y seres mitológicos.
En los estados holotrópicos, los contenidos del inconsciente colectivo se ponen a disposición de la experiencia consciente.
El estudio detallado de las experiencias perinatales y transpersonales muestra que los límites entre la psique humana individual y el resto del cosmos son en última instancia arbitrarios y pueden ser trascendidos.
Este trabajo aporta pruebas evidentes que sugieren que, en definitiva, cada uno de nosotros está en contacto íntimo con la totalidad de la existencia.
"El juego cósmico". Exploraciones en las fronteras de la conciencia humana.

lunedì 18 luglio 2016


Anthony de Mello

"No te identifiques con las formas que cambian, ni te apegues a ellas, ni las rechaces.

No le pongas etiquetas, ni las valores dándoles una importancia que no tienen.
Llámalas por su nombre; son formas nada más.

Cuando las mires,tales como son,perderán importancia y se replegarán a su lugar.


Descubrirás que no eran más que alucinaciones del sueño de un ser dormido.


Meher Baba (1894 - 1969)

MEHER BABAEl viaje espiritual no consiste en conseguir lo que no se tiene, sino en disipar la ignorancia sobre sí mismo y la vida y en desarrollar la comprensión que empieza con el despertar espiritual. Encontrar a Dios es llegar hasta el propio Sí-Mismo.

En la vida espiritual no es preciso disponer de un mapa del camino para emprender el viaje; por el contrario, el hecho de tener a mano una orientación detallada entorpece la marcha.
Los aventureros que se atreven a hacer experiencias con la vida espiritual no consiguen la revelación de sus profundos secretos. Estos no están hechos para el ocioso que busca garantías en cada momento. El que contempla el océano desde la playa sólo conocerá su superficie, pero el que está dispuesto a conocer sus profundidades, debe estar dispuesto a sumergirse en él. 
"Más pronto o más tarde el hombre debe observar en su interior, hacer una profunda ponderación y buscar en su corazón los factores que lo mantienen en la esclavitud espiritual; y más pronto o más tarde debe romper las cadenas roedoras del pensamiento separador que lo aleja de la inmensa e ilimitada vida espiritual de la cual es heredero legítimo."  

domenica 17 luglio 2016


"El cuidado del alma".Thomas Moore



Esta es la meta de la senda del alma, sentir la existencia; no superar las pugnas ni las angustias de la vida, sino conocer la vida de primera mano, existir plenamente en el contexto.

Se describe a veces la práctica espiritual como caminar siguiendo las huellas de otro: Jesús es el camino, la verdad y la vida; la vida del bodhisattva es el modelo del camino. Pero en la odisea del alma, o en su laberinto, lo que se siente es que ese es un camino que jamás nadie ha recorrido.

Es frecuente que los pacientes en terapia pregunten: "Conoce a alguien que también haya tenido esta experiencia?". Sería un alivio saber que los callejones sin salida de este sendero del alma les son familiares a otros.
"Cree usted que voy por buen camino?", preguntará otro paciente.

Pero lo único que hemos de hacer es estar donde estamos en ese momento, a veces mirando en torno nuestro a plena  luz de la conciencia, otras veces cómodamente instalados en las profundas sombras del misterio y de lo ignoto.

Ulises sabe que quiere llegar a casa, y sin embargo se pasa años en el lecho de Circe, cultivando su alma, en la isla circular donde todos los caminos giran en redondo.
Probablemente no sea del todo correcto hablar de la senda del alma. Es más bien un vagabundeo serpenteante.
La senda del alma está tan marcada por tendencias neuróticas como por grandes ideales, por la ignorancia como por el conocimiento, y por la vida cotidiana encarnada como por los planos más elevados de la conciencia.
El alma crece y se vuelve más profunda gracias a la vivencia de las complicacioines y los abismos.
Para el alma, este es el "sendero negativo" de los místicos, una apertura hacia la divinidad que sólo se hace posible si se renuncia a ir en pos de la perfección.

Otra descripción de la senda del alma se puede hallar en el concepto junguiano de individuación.
He oído a personas familiarizadas con los escritos de Jung que se preguntaban las unas a las otras:"Estás individuada?", como si la individuación fuera algún pináculo del logro terapéutico.
Pero la individuación no es una meta ni un destino, es un proceso.
Como esencia de la individuación, yo insistiría en el sentimiento de ser un individuo único que está activamente comprometido en el trabajo del alma.
Todos mis dones, carencias y esfuerzos se funden y se coagulan, por decirlo en lenguaje alquímico, en este individuo singular que soy.
Nicolás de Cusa escribió a un hombre que se llamaba Giuliano "Todas las cosas se Giulianizan
en ti ".
El individuo que trabaja seriamente en el proceso de hacer su alma se va convirtiendo en un microcosmos, "un mundo humano".
Cuando damos cabida en nosotros a las grandes posibilidades de la vida y las abrazamos, es cuando somos más individuales.
Esta es la paradoja que de tantas maneras describió el Cusano.

En el transcurso de una vida, ya sea ésta larga o corta, la humanidad cósmica y el ideal espiritual se revelan en la humana carne, en diversos grados de imperfección.
La Divinidad, el cuerpo de Cristo, la naturaleza de Buda, se encarna en nosotros, en toda nuestra complejidad y toda nuestra locura.
Cuando lo divino resplandece a través de la vida ordinaria, bien puede aparecer como locura, y nosotros como los bufones de Dios.

La mejor definición de la individuación que conozco es un inspirado párrafo de James Hillman, en su libro Myth of Analysis:

"El Hombre Transparente, a quien se ve y a través de quien se ve, el loco, a quien no le queda nada que esconder, se ha vuelto transparente gracias a la aceptación de sí mismo; su alma es amada, totalmente revelada, totalmente existencial; él es sólo lo que es, liberado de ocultamientos paranoides, del conocimiento de sus secretos y de su conocimiento secreto; su transparencia sirve como un prisma para el mundo y lo que no es mundo. Porque conocerte reflexivamente a ti mismo es imposible; sólo la última reflexión de una nota necrológica puede decir la verdad, y solo Dios sabe nuestro verdadero nombre."

sabato 16 luglio 2016

" El Viaje "

Stan Grof - M.D

Todos los roles del drama cósmico tienen sólo un protagonista que es la Conciencia Absoluta.
Esta es la ùnica verdad esencial sobre la existencia revelada en las antiguas Upanishads hindúes.
En los tiempos actuales encuentra una hermosa expresión artística en el poema del maestro budista vietnamita Thich Nhat Hahn, titulado:



"Llámame por mis verdaderos nombres"
No digas que partiré mañana
porque todavía estoy llegando.

Mira profundamente; llego a cada instante
para ser el brote de una rama de primavera,
para ser un pequeño pájaro de alas aún frágiles
que aprende a cantar en su nuevo nido,
para ser una oruga en el corazón de una flor,
para ser una piedra preciosa escondida en una roca.

Todavía estoy llegando para reír y para llorar,
para temer y para esperar,
pues el ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte
de todo lo que vive.

Soy el efímero insecto en metamorfosis
sobre la superficie del río,
y soy el pájaro que cuando llega la primavera
llega a tiempo para devorar ese insecto.

Soy una rana que nada feliz
en el agua clara de un estanque,
y soy la culebra que se acerca
sigilosa para alimentarse de la rana.

Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos,
con piernas delgadas como cañas de bambú,
y soy el comerciante de armas
que vende armas mortales a Uganda.

Soy la niña de doce años
refugiada en un pequeño bote,
que se arroja al mar
tras haber sido violada por un pirata,
y soy el pirata
cuyo corazón es incapaz de ver y amar.

Soy el miembro del Politburó
con todo el poder en mis manos,
y soy el hombre que ha de pagar su deuda de sangre
a mi pueblo, muriendo lentamente
en un campo de concentración.

Mi alegría es como la primavera, tan cálida
que abre las flores de toda la Tierra.
Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan desbordante que llena los cuatro océanos.

Llámame por mis verdaderos nombres
para poder oír al mismo tiempo mis llantos y mis risas,
para poder ver que mi dolor y mi alegría son la misma cosa.

Por favor, llámame por mis verdaderos nombres
para que pueda desperatar
y quede abierta la puerta de mi corazón,
la puerta de la compasión.

"El juego cósmico". Stanislav Grof

lunedì 11 luglio 2016

El problema de la mitad de la vida en C. G. Jung - Anselmo Grün

 1 - El proceso de la individuación

Si queremos comprender las observaciones de C. G. Jung sobre los problemas de la mitad de la vida tenemos que acercarnos a lo que Jung entiende por desarrollo humano, por proceso de individuación.

Para Jung individuación es aquel proceso que «produce un individuo psicológico, es decir, una unidad independiente e indivisible, un todo». Este proceso tiene dos grandes fases: la de la expansión en la primera mitad de la vida y la de la introversión en la segunda.

YO/QUE-ES:
En la primera parte de la vida sucede que el niño, que todavía vive del todo en el inconsciente, se va apartando más y más de ese inconsciente y va formando un Yo consciente. Por Yo entiende Jung el núcleo consciente de la persona, el centro de su obrar y juzgar.

 El hombre debe, en la primera mitad de su vida, fortalecer cada vez más su Yo, debe encontrar en el mundo su sitio y poder afirmarse.
Para ello desarrolla una «persona», un rostro que se amolda a las expectativas del entorno, es decir, una «máscara» que le protege, con sus sentimientos y estados de ánimo, de estar a merced de los hombres.

 A la «persona» le incumbe la relación del Yo con el entorno. Dado que el hombre en la primera mitad de la vida se cuida de fortalecer su Yo y construir una persona firme, descuida otras dimensiones.

Como consecuencia de esto sale a la luz la sombra, por decirlo así, la imagen reflejada del Yo, compuesta «por los rasgos del hombre en parte reprimidos, en parte no vividos del todo que desde el principio fueron en gran parte excluidos por motivos morales, sociales, educativos o de otro tipo y por eso cayeron en la represión, es decir, en la disociación».