El Tiempo del alma
giovedì 22 ottobre 2015
La Segretezza - J. Hillman. La privacidad
Hay algo en la materia de las experiencias místicas que pide privacidad, como si el arquetipo que se encuentra detrás de los eventos que están teniendo lugar, tuviese necesidad de una cierta tensión, que le permita cumplirse.
Los alquimistas visualizan esta privacidad con la imagen de un vehículo cerrado.
En muchas fábulas el héroe o la heroína tienen el deber de hacer silencio hasta que la prueba no sea realizada.
En los misterios religiosos griegos los participantes eran amenazados de muerte si hubiesen dicho lo que sucedía.
Los ritos de iniciación exigen el juramento de la privacidad.
La privacidad se intensifica permitiendo a aquello que está por realizarse, de crecer y de madurar en silencio, de tal manera que después pueda ser revelado.
La privacidad es el fundamento de la revelación, volviéndola posible. Aquello que sucede secretamente, más allá de la escena, vuelve posible la existencia del drama cuando el telón se abre y las luces se encienden.
El deseo de mantener secretas las cosas es parte de ser testigo de aquello que es misterioso.
Qué no decir? cuándo decir? a quién decir? cómo decir? ... estas preguntas cargadas de peligros corren sobre la hoja de la navaja, entre la decepción del aislamiento paranoico y la fuerza individual, entre un arrogante esoterismo privado y una incierta soledad de silencio.
La privacidad es causa de individualidad, aquellos que todos saben deja de ser individual.
Sin nuestros secretos individuales solo somos nulidad pública.
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