Este texto que extraje de "Recuedos, sueños, pensamientos", autobiografía interior de Jung me conmueve en modo particular.
Creo que en cada uno despertará algo diferente en acuerdo a lo que la propia Conciencia necesite focalizar.
La grandeza de su Espíritu, en una manifestada sensibilidad y humildad ,me lleva a tomar conciencia de todas y cada una de las argumentaciones que sostenemos desde profundos temores activados como respuesta a lo inestable , a lo incierto, a lo desconocido frente al Gran Misterio de la Vida.
"De mi estoy asombrado, desilusionado,contento.Estoy triste, abatido, entusiasmado.Yo soy todo esto también y no puedo sacar la suma.No estoy en condiciones de comprobar un valor o una imperfección definitiva, no tengo juicio alguno sobre mi vida ni sobre mi. De nada estoy seguro del todo. No tengo convicción alguna definitiva, propiamente de nada. Sólo sé que nací y existo y me da la sensación de que soy llevado. Existo sobre la base de algo que no conozco. Pese a todo la inseguridad, siento una solidez en lo existente y una continuidad en mi ser.
El mundo en el que nacemos es rudo y cruel y al mismo tiempo de belleza divina. Es cuestión de temperamento creer qué es lo que predomina: el absurdo o el sentido. Si el absurdo predominara se desvanecería en gran medida el sentido de la vida en rápida evolución. Pero tal no es, o no me parece ser, el caso. Probablemente, como en todas las cuestiones metafísicas, ambas cosas son ciertas: la vida es sentido y absurdo o tiene sentido y carece de él. Tengo la angustiosa esperanza de que el sentido prevalecerá y ganará la batalla.
Cuando Lao Tse dice:" Todos son claros, sólo yo soy opaco", eso es lo que siento a mi avanzada edad. Lao Tse es el ejemplo de un hombre con inteligencia superior que vio y experimentó el valor y la imperfección y que deseaba al fin de su vida volver a su propio ser, al sentido eterno incognoscible. El arquetipo del anciano que ha visto ya bastante es eternamente verdadero. En cada grado de inteligencia aparece este tipo y es idéntico a sí mismo, tanto si es un viejo campesino o un gran filósofo como Lao Tse.
Así, pues, la ancianidad es una limitación. Y sin embargo, existen tantas cosas que me satisfacen: las plantas, los animales, las nubes, el dia, la noche y lo eterno en el hombre.
Cuanto más inseguro sobre mí mismo me sentía, más crecía en mí un sentimiento de afinidad con todas las cosas. Sí, se me antoja como si aquella singularidad que me ha separado del mundo durante tanto tiempo hubiera emigrado a mi mundo interno y me hubiera revelado una inesperada ignorancia acerca de mí mismo."
Nessun commento:
Posta un commento