El Tiempo del alma

martedì 20 novembre 2018

Curación y totalidad - Frances Vaughan

Como un camino de mil leguas empieza por un simple paso, la curación de la totalidad empieza con la curación de nosotros mismos, de nuestras relaciones y de nuestro mundo.

Nuestra capacidad intrínseca para la autocuración se ve reforzada cuando despertamos a la visión de la unidad de la conciencia. Tenemos el desafío de vernos como una totalidad, libres del apego egocéntrico hacia la forma o el resultado.
Por primera vez en la historia, la humanidad se enfrenta a la necesidad de ver el mundo como un todo.


 La espiritualidad también debe ser dirigida en términos globales. Una conciencia que trasciende las distinciones culturales puede ser esencial para la superviviencia humana.

La visión sanadora que ve más allá de la apariencia y de la dualidad, hasta la unidad del espíritu, no requiere creer en una deidad personal; exige una disposición a estar consciente, momento a momento, de lo que es verdad en nuestra experiencia compartida.

La deseabilidad de las experiencias compartidas, no sólo de doctrinas o ideas, está llegando a ser poco a poco aceptada. Si tenemos que llegar  a ser personas de visión global, el autoconocimiento debe profundizarse en la conciencia.

Abraham Maslow decía que las personas que están en un proceso de autoactualización siempre se involucran en algo más allá de sí mismas.

La sabiduría que se necesita para curar el mundo no puede ser enseñada sólo con las palabras. Debe ser descubierta dentro de uno mismo y aplicada en las relaciones. A medida que crecemos hacia la totalidad, tal vez nos volvemos más conscientes de nuestros recursos psicológicos y espirituales compartidos.

Ninguna situación puede ser percibida como una oportunidad para curar la mente que genera el conflicto, mientras estemos atrapados en la ilusión de la separatividad.
Una mente poseída por las ilusiones puede ser curada cuando se despierta a la visión transpersonal.

A medida que nos hacemos conscientes de la totalidad, podemos participar de manera más efectiva en la cocreación de nuestro futuro. Si participamos en la cocreación de un futuro diferente a como fue el pasado, de un futuro que podría curar la tierra, debemos empezar por tener una visión de nuestras posibilidades.

Ken Wilber ha sugerido lo siguiente:
Para aquellos que han madurado hasta tener un ego responsable y estable, la próxima fase de crecimiento es el comienzo de lo transpersonal, el nivel de la intuición psíquica, de la apertura y la claridad trascendentes, el despertar de un sentido de la conciencia que es, de alguna manera, algo más que simplemente la mente y el cuerpo.
En la medida en que ha empezado a suceder, se producirán cambios profundos en la sociedad, en la cultura, en el gobiernos, en la medicina, en la economía ...

"La evolución de la conciencia". Stan Grof y otros ...

sabato 20 ottobre 2018

Ken WIlber



Lo cierto es que vivimos en un mundo de conflicto y oposición porque es un mundo de demarcaciones y fronteras.

Y puesto que cada línea fronteriza es también una línea de batalla, henos aquí con la difícil situación humana: 

cuanto más firmes son nuestras fronteras, más encarnizadas son nuestras batallas.


 Cuanto más me aferro al placer, más temo, necesariamente, al dolor.


 Cuanto más voy en pos del bien, tanto más me obsesiona el mal. ... 


Ahora bien, la forma en que de ordinario intentamos resolver estos problemas es tratar de extirpar uno de los opuestos. 

Encaramos el problema del bien y del mal procurando exterminar el mal. ...

 Suponemos que la vida sería perfectamente placentera con sólo que pudiéramos anular los polos negativos e indeseables de todos los pares de opuestos. ...


 La cuestión no es separar los opuestos para lograr un "progreso hacia lo positivo", sino más bien unificar y armonizar los opuestos descubriendo un fundamento que trascienda y abarque a ambos. 


Y ese fundamento es la conciencia misma de unidad. 

La Libertad: Un acto de reconciliación con el alma

Todos tenemos puntos ciegos, tendencias que simplemente nos negamos a admitir como propias, rasgos que rehusamos aceptar y que, por consiguiente, vertemos hacia el exterior,
 blandiendo toda nuestra cólera e indignación puritana para luchar contra ellos cegados
 por un idealismo que nos impide reconocer que la batalla es interna y que el enemigo
 está mucho más cerca de lo que nos imaginamos.
Ken Wilber



Hay muchas palabras que son usadas, abusadas y pocas veces observadas y tratadas desde su justo significado. Considero que ésta es la que más ha sufrido distorsiones y desconsideraciones.

La función de la libertad pertenece a los dominios superiores de la psiquis y por lo tanto no se la puede asociar al funcionamiento del ego.Se vincula a las funciones superiores del Ser donde las respuestas son creativas y únicas propias de una conexión álmica.

Pensar, elegir, actuar desde la guía del alma implica moverse en campos energéticos vibracionales de mayor elevación.

El campo de acción del ego o personalidad está impregnado y condicionado por temores, apegos, necesidades, deseos. Por un pasado y un futuro, por crear espacios restrictivos sostenidos por las barreras de lo convencional y lo normativo .Por generar pensamientos repetitivos que consolidan creencias francamente reasegurantes..

La capacidad de poder expresarse desde “ la lógica del alma “ resulta atemorizante en las vibraciones donde reinan las formas aceptadas por criterios establecidos e identificados con lo mayoritario.La genialidad,lo revolucionario, propio de conciencias que abren camino, asi como lo excéntrico, lo anticonvencional, resulta una amenaza permanente para hombres sometidos a viejos y caducos patrones que buscan instalarse en modos de vida que los mantienen distantes de los fuertes sacudones del cambio.Pero al cambio no se lo puede ignorar y menos desafiar.Se presenta de muchas y diversas formas, a veces golpea con mucho dolor para quebrar estructuras muy rígidas.

La cualidad energética del alma es puramente vital, por ello cuando entramos a contacto con estas energías la alegría, la creatividad, la jovialidad, la aventura, el riesgo, la desestabilización, lo arrasante, la pasión, el movimiento, la diferenciación, la belleza, la música … se hacen presentes en nuestra vida.

Se es libre solo en los momentos en que nos expresamos desde estos niveles de energía.Una conciencia que busca trabajar en pos de conquistar el difícil y fascinante camino hacia la libertad tiene que primero reconocer y luego disipar toda ilusión de creerse libre cuando se defienden posiciones a ultranza, cuando se actúa desde un atrincheramiento controlado por pensamientos que señalan al afuera como coercitivo y amenazante.El temor a la pérdida de la libertad es un temor del ego. La violencia ejercida por defenderla es la falacia que esconde la herida sangrante que condiciona toda reacción egoica. Por eso la libertad no puede estar vinculada a caracteres dominantes ni a personalidades autoritarias que continuamente delimitan fronteras defendidas a mano armada.

La prisión es justamente la incapacidad de ejercitar acciones desestructurantes que desafíen los espacios de rutina y de acciones repetitivas que empobrecen y desvitalizan el impulso al crecimiento.

Una palabra también generalmente mal interpretada es COMPROMISO.

Está asociada al concepto de libertad en tanto y cuanto una acción libre es una acción comprometida.Al hombre libre se lo reconoce por la apertura, la expansión y el compromiso con experimentar la vida intensamente. Ejercitar la libertad es manifestar la pasión álmica por vivir cada experiencia creciendo en sus profundidades.

Ser libre es un trabajo de permanente auto indagación: observar sin el juicio de la mente aquellos aspectos internos que nos esclavizan y se manifiestan como experiencias condicionantes para que las podamos reconocer como proyecciones del mundo interno.

Toda configuración externa responde a la activación de aspectos internos no indagados, no procesados, mantenidos a distancia por un yo que desplaza la mirada hacia una dirección que no lo ponga de frente y a contacto con la herida., con su propia herida. Pero la herida sigue estando ahí. Limita, encarcela, ilusiona, refuerza el poder del ego que al negarla crea mas control y auto restricción. Hay una gran pérdida energética en este comportamiento evasivo y postergatorio pues todo lo que se relega vuelve con más impulso a presentarse y la misma energía que podría estar al servicio de la vida se cristaliza en situaciones repetidamente desvitalizantes.

El temor a la pérdida de la libertad y sus consecuentes acciones derivadas de este temor, son tóxicas para la evolución y el crecimiento del Ser.Este surge cuando al no ser reconocido y proyectado da lugar a la reacción que detiene el proceso de intimidad con el otro.

Una nueva ilusión para ser confrontada: ningún nivel alcanzado de conciencia puede perderse una vez alcanzado, un nuevo despertar trae el compromiso de un reconocimiento y mayor responsabilidad.


Es nuevamente la herida la que reaparece porque el otro no tiene el poder de quitarme nada que sea un valor superior. Otro reaseguro ilusorio. Y una vez más no hay compromiso con el impulso de la conciencia a reconocernos en una participación activa en cada experiencia vincular.

Una acción comprometida es una acción guiada por el alma, una acción libre es justamente el ejercicio de actuar desde este mismo compromiso.

Hombres libres y comprometidos no han sentido ninguna pérdida ni se han sentido prisioneros aún de frente a duras pruebas. Es una clara imagen donde la prisión y el encarcelamiento es emanada de una sensación interna de no resolución y de no compromiso con la vida.Y aquel que no puede nadar tan profundamente en su oscuridad como para llegar a tocar su alma no puede corresponderle a la vida excluyéndose e invalidando ese impulso maravilloso que tan generosamente se nos ofrece como trampolín.

Lic Annamaria Saracco

venerdì 19 ottobre 2018

lunedì 15 ottobre 2018

mercoledì 25 luglio 2018

J.Campbell, El Héroe de las mil caras





Teseo, el héroe que mató al Minotauro, vino a Creta de fuera como símbolo y brazo de la creciente civilización de los griegos. Era lo nuevo y lo vivo. Pero también es posible buscar el principio de regeneración y encontrarlo dentro de los muros mismos del imperio del tirano.

 El profesor Toynbee usa los términos de “separación” y “transfiguración” para describir la crisis por medio de la cual se alcanza la más alta dimensión espiritual, que hace posible reanudar el trabajo de creación.


 El primer paso, separación o retirada, consiste en una radical trasferencia de énfasis del mundo externo al interno, del macro al microcosmos, un retirarse de las desesperaciones de la tierra perdida a la paz del reino eterno que existe en nuestro interior.


 Pero este reino, como lo conocemos por el psicoanálisis, es precisamente el inconsciente infantil. Es el reino que penetramos en los sueños. Lo llevamos dentro de nosotros eternamente.


 Todos los ogros y los ayudantes secretos de nuestra primera infancia están allí, toda la magia de la niñez. Y lo que es más importante, todas las potencialidades vitales que nunca pudimos traer a la realización de adultos; esas otras porciones de nuestro ser están allí; porque esas semillas de oro no mueren.


 Si sólo una porción de esa totalidad perdida pudiera ser sacada a la luz del día, experimentaríamos una maravillosa expansión de nuestras fuerzas, una vívida renovación de la vida, alcanzaríamos la estatura de la torre.

giovedì 21 giugno 2018

El retorno de la diosa - Edward C. Whitmont



El ego patriarcal aborrece el cambio y la rendición. Desea que persistan la vida y la conciencia en una perpetuidad inalterada e inalterable. Por eso teme cualquier amenaza a su continuidad. Sin embargo siente deseos,y hasta impulsos,de reprimir y destruir lo que se interpone en el camino de su anhelo y su seguridad.

 El ego patriarcal desea la vida pero crea la muerte y ese mismo mal que teme y niega.

Consideramos malo lo que tememos. Tememos la violencia porque hemos llegado a creer que la vida ha de ser algo ordenado, racional, pacífico y perpetuo.

Tememos el cambio porque nuestro sentido de la identidad personal en el tiempo y en el espacio se apoya en la ilusión de uniformidad, de estabilidad psíquica y de permanencia.

Jung decía: "Nada provoca tanto pánico en los primitivos como lo que se aparta de lo ordinario; se sospecha en seguida que es algo peligroso y hostil. Al hombre civilizado le sucede lo mismo".

El cambio es una amenaza a nuestro estado actual de conciencia y a nuestro sentido de la identidad habitual.Por eso tememos a la muerte, el cambio definitivo, y la consideramos el mayor de los males

.Dionisio, el dios sombrío del cambio, representa esa amenaza.

 Hubo que expulsarlo en nombre del Dios que es Yo soy, el Dios que separó el mal del bien, lo superior de lo inferior. Se perdió con ello la unicidad paradisíaca. Este tema recorre, de un modo u otro, todas las mitologías patriarcales.

Se escindió y rechazó así el abismo creador del suelo maternal, lo femenino o yin.

 El impulso violento y extático que lleva a la muerte y a la destrucción que es parte tan importante del principio yin se negó y se reprimió. El suelo abismal y origen del ser se considera sagrado, peligroso y abrumador, el todo-en-uno. Su atractivo hace que se desee apasionadamente, pero también se le teme porque para la identidad individual, que aflora gradualmente, es un caos terrible. Por eso se necesitaban el tabú y la represión para impedir una fusión regresiva y asegurar el orden y la racionalidad.

Nuestra conciencia racional y un orden social aparentemente viable de respeto a los derechos individuales se han edificado sobre este rechazo de la Madre Oscura y de la violencia dionisíaca.

... El que no sepamos relacionarnos con el aspecto daimónico y transpersonal de la agresividad, tiende a aumentar su demonización.

... La Gran Diosa y su consorte fálico Dionisio representaban un alma del mundo y de su poder intrínseco de destrucción y renovación. Representaban una continuidad de vida y existencia en que nacimiento, amor, agresividad, violencia, destrucción y renacimiento eran como latidos. Hemos perdido de vista este aspecto de la realidad.
En consecuencia, nuestros criterios y nuestra relación con la existencia se han deformado y se han hecho absurdos e irreales.

Cómo y por qué han sido reprimidos lo femenino y lo dionisíaco? Cómo pueden restaurarse? Con qué rituales se podría transformar la violencia y convertirla en afirmación agresiva y en conexión personal? .

O avanzamos o nos quedamos donde estamos

Elevar nuestra conciencia es nuestro compromiso con la vida.


 En el proceso de nuestra evolución consciente no podemos retroceder,  es imposible el retroceso. Aquello que ya fue experimentado no puede ser cancelado pues  siempre ofreció una nueva información que solo direcciona hacia adelante.

Cuando resistimos este impulso de la conciencia nos detenemos y nuestro patrón vibratorio se densifica. Una imagen representa con claridad el camino resistencial  “el hundimiento  por el propio peso de estar parado en el mismo lugar”.

La conciencia que no se moviliza  organizan un sin fin de experiencias que repiten, en distintas formas, un mismo patrón que las sostienen en su estancamiento.


Es urgente que seamos responsables en un auténtico examen autoindagatorio.

martedì 19 giugno 2018

Carl G. Jung - El Ego : el lado consciente de la personalidad



 Carol S. Pearson: El Ego: envoltura del alma

"Aunque el Ego  ha sido considerado con frecuencia el enemigo del Alma, en realidad contribuye a crear y mantener nuestros límites, nuestros sentido de dónde terminamos nosotros y comienzan los demás. Esta fuerza nos ayuda a abrirnos a la visión espiritual.
Cuando está adecuadamente desarrollado. el Ego crece, pero luego se vacía, convirtiéndose en una envoltura para alojar al Alma sin que nos amenace un colapso mental, emocional o físico por falta de lugar donde ponerla.
Un enfrentamiento con el inconsciente o con lo transpersonal puede resquebrajar un Ego que no está adecuadamente desarrollado y conducir a la psicosis."

venerdì 25 maggio 2018

lunedì 30 aprile 2018